En septiembre, las autoridades marroquíes informaron a Estocolmo de que hasta que no obtuviera los permisos necesarios, IKEA no podría abrir su tienda en Marruecos. No obstante, los motivos que la prensa considera que están detrás de esta decisión eran el posible reconocimiento sueco de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), el territorio controlado por el Frente Polisario.