Al final, fue el ejército sirio –y sus aliados libaneses de Hezbollah, y los iraníes, y los rusos–quienes echaron a los asesinos de Isis de Palmira. La mayor derrota militar que Isis ha sufrido en más de dos años. La recuperación de Palmira, la ciudad romana de la emperatriz Zenobia. Y estamos en silencio. Sí, amigos, los malos ganaron, ¿no es así? De lo contrario todos estaríamos celebrándolo, ¿no es cierto?