“Tiene problemas al corazón, algunas cosas al cerebro y en un hospital nos dan hora para tres o cuatro meses más”, declaró el ex delantero, quien relató además que su casa familiar está siendo embargada.
Juan Carlos Peralta, da cuenta así de una realidad que deben padecer miles de chilenos y que sale a relucir justamente en contextos en donde se hace cada vez más común la llamada “hipermetropía política”, esa capacidad de las autoridades de apuntar con el dedo a otras naciones por sus problemas internos, obviando y desestimando la gravedad de los que afectan a los ciudadanos locales.