La fallida exposición ‘Hijos de la libertad: 200 años de independencia’, del Museo Histórico Nacional, dejó una serie de lecciones para quienes gestionamos sitios de memoria y de educación en derechos humanos. Entre ellas la necesidad de abordar con mucho cuidado y claridad la temática de los victimarios en nuestras propuestas museográficas y no dejar de tomar en cuenta la legítima sensibilidad de las víctimas y la ciudadanía frente al tema.