“Para mí fue terrible conversar largo con el ‘Guatón’ (Osvaldo) Romo, agente torturador de la Dina. Y pude comprobar los niveles trágicos de desorden personal, que era fruto de toda una circunstancia, y que había sido usado. Ahí aprendí que hay que tener un cuidado enorme para precisar quiénes son los responsables e ideólogos mayores y quiénes son personas que en un régimen enormemente jerárquico cumplen acciones que tal vez no hubieran hecho en otras circunstancias”.