Desconcierto, ambivalencia, incapacidad, crisis económico-social, desborde de la corrupción y asesinatos de decenas de dirigentes sociales marcaron el primer semestre de gobierno del ultraderechista Iván Duque en Colombia, en los que la ciudadanía teme que para sobrevivir apele a dos guerras simultánea: una interna y otra contra su vecino del norte, Venezuela.