Era el año 1983 y el científico cubano Gustavo Kourí asistía como invitado a un congreso de medicina tropical realizado en Calgary, Canadá, donde ofrecería datos sobre la epidemia de dengue hemorrágico ocurrida en Cuba en 1981, la cual ocasionó 158 fallecidos, de ellos 101 niños. En aquel congreso el profesor Kourí leyó una declaración en la que denunciaba públicamente que ese virus había sido introducido en Cuba, de forma deliberada, por Estados Unidos.