A la una y media de la noche del 27 de octubre de 2012, en la comuna de Peñalolén de Santiago de Chile, el joven de 18 años, Luciano Rendón, como blanco de un rayo de puntería sorda y exacta, fue víctima de una golpiza criminal por diez miembros de los comandos electorales de la Democracia Cristiana (DC) y la Unión Demócrata Independiente (UDI). Los agresores para concentrar la mayor violencia en el menor tiempo posible utilizaron herramientas de fierro y un bate de béisbol contra el muchacho. Inmediatamente lo levantaron y como si fuera un despojo, lo lanzaron a la Avenida Américo Vespucio para que fuera destrozado por los vehículos.