Al lanzarse a las calles, los franceses son el primer pueblo del mundo occidental que ‎se decide a correr riesgos físicos para oponerse a la globalización financiera, estima ‎Thierry Meyssan. Aunque no tengan conciencia de ello y sigan creyendo que ‎sus problemas son de naturaleza exclusivamente nacional, el enemigo de los franceses ‎es el mismo que ha ensangrentado la región africana de los Grandes Lagos y parte del ‎Gran Medio Oriente. Occidente atraviesa una crisis existencial y sólo lograrán ‎sobrevivir a ella los pueblos que comprendan la lógica que los destruye y ‎la rechacen.