Quien iba a pensar que el daño a un monolito que recuerda a dos ejecutados políticos, después de haber sido objeto de crueles torturas en un recinto militar, iba a terminar acercando posiciones entre el Ejército y las Organizaciones de Derechos Humanos. Y esto sucedió por iniciativa del mismo general en jefe de la Sexta División de Ejército, general de brigada, Jhon Griffiths Spielman. Es el primer militar de alto rango en pedir disculpas a familiares, víctimas por atropellos a los derechos humanos.