Como han hecho a lo largo de nuestra historia, aunque varían las formas y mecanismos, esos poderes buscarán destruir cualquier proceso de cambios serio y real en cada uno de nuestros países. Es errado e ingenuo creer que alguno de nuestros países, o alguna fuerza progresista, no sufrirán este asedio inmisericorde, si pretenden cambios auténticos hacia la soberanía y la justicia social. Si hay alguna posibilidad de cambios reales y duraderos en cualquier país de Nuestra América, será como parte de una región unida y fuerte o no será.