En todas las épocas ha sido difícil ser mujer y creadora, tanto en la vida como en el arte, en la música para que decir. Aunque en la actualidad se han derribado barreras importantes a nivel social y de género, creo que en circuitos tales como el jazz se tiene bastante estereotipado aún, en Chile al menos, la imagen de la mujer como «de la minita que canta jazz». Yo he tenido que luchar primero conmigo misma para mantener mi espacio creativo en un mundo donde ser mujer y hacer algo más que la crianza y el hogar es casi un milagro, no me considero en todo caso ni cantante, ni jazzista, ni nada.