«En realidad, las causas externas fueron la razón [de la guerra], pero no estaba claro desde el principio, no lo veíamos porque el plan fue ideado fuera de Siria, en determinados países occidentales, principalmente en EEUU, Francia y el Reino Unido», explicó el presidente Asad. No obstante, los Estados occidentales no fueron los únicos implicados. Al no lograr crear las condiciones necesarias para una ‘revolución repentina’, sus países satélite —Turquía, Arabia Saudí y Catar— comenzaron a financiar a las fuerzas de la oposición sin que Damasco pudiera controlarlo, añadió Asad.