El objetivo de la guerra no convencional es vulnerar la moral. Destruir la capacidad de resistencia del individuo o de los grupos. Hacer insostenible la vida. No por casualidad durante las guarimbas de 2017, Freddy Guevara, miembro del partido de derecha Voluntad Popular, reconoció que el objetivo de las violentas protestas era «destruir la cotidianidad de la gente».