Hay un camino institucional para salir de esta profunda crisis: la aprobación de una ley que convoque a una asamblea constituyente. De los parlamentarios y el Gobierno dependerá, ante el claro y potente clamor del “pueblo de Chile unido y despierto”, recorrer esta senda de justicia y libertad. El pueblo de Chile se viene politizando en paralelo a la crisis de los poderes representativos: las calles vibran con el cántico “Oh, Chile despertó, despertó, Chile despertó”. Un movimiento pluriclasista canta en las calles “el pueblo unido jamás será vencido”, dándole a este cántico un nuevo sentido político. Las encuestas arrojan un contundente apoyo a la movilización (superior al 80%), así como a las demandas, en todos los sectores sociales.