El enfoque fragmentario de los economistas contemporáneos, su preferencia por los modelos cuantitativos  abstractos han tenido como consecuencia la tremenda división que existe hoy entre la teoría y la realidad económica. El Washington Post, escribió, “La ambición de los economistas los ha llevado a crear complejas soluciones matemáticas para los problemas teóricos y que pese a su elegancia, tienen poca o ninguna importancia para los problemas sociales. El neoliberalismo se escinde y no se hace cargo de las anomalías sociales y económicas, tampoco de la inflación, el desempleo mundial, la injusta repartición de la riqueza, la crisis energética.