-Los de arriba tienen sus intereses clarísimos. El problema está abajo…
Y es político. Demasiados trabajadores se sienten parte del actual orden de cosas, parte de un régimen que consideran natural, normal, y que creen que es imposible de modificar. Y por tanto, se resignan a sobrevivir en él. Al respecto, en una ocasión un compañero sentenció que ‘el sistema nos doblegó’. Y estamos otros compañeros que consideramos que sí se puede, que es duro hacerlo, pero no nos rendiremos.