Para quienes estuvimos allí, formando parte del “Pequeño ejército loco”, como lo describió Gabriela Mistral, con cariño, cuando apoyaba las batallas liberadoras del ilustre general de hombre libres, Augusto Cesar Sandino, recordamos siempre al pueblo hermano, valiente, en particular, a los que dejaron la vida por la libertad de su pueblo, escribiendo un capítulo, de una historia de la América Latina, que aún sigue inconcluso.