Chile sería distinto si los miles de millones de pesos que las familias y el Estado gastaron en Educación Superior hubieran producido una generación de buenos profesionales y no una multitud de estudiantes endeudados y de dudosa calidad. Uno de los capítulos más trágicos de esta oportunidad perdida es el de la famosa carrera de Criminalística de la UTEM. Richard Sandoval, director del sitio web “Noesnalaferia”, relata ese engaño en su libro Tanto duele Chile (Editorial Los libros de la mujer rota) a través de la historia de Juan Pablo Rojas, un estudiante que terminó denunciando al Estado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.