El Estado infanticida de Israel sigue asesinando niños palestinos
Mientras tanto la muerte sigue cayendo a borbotones de fuego, a ramalazos de esquirlas, sobre escuelas, casas, edificios, hospitales, calles, carpas, playas, esquinas. Al menos 370 escuelas han sido dañadas o destruidas; 94 hospitales y centros de salud han sido atacados. Más de 100 funcionarios de las Naciones Unidas y organismos humanitarios han sido asesinados.
Militares en territorio mapuche: el gobierno no entiende nada, o la nueva Pacificación de la Araucanía
Porque, si la ministra, es decir el gobierno del presidente Gabriel Boric, no desea enfrentamientos ni menos aún la muerte de un comunero mapuche ¿Para que envía al ejército y a la Armada al Wallmapu?
Carta a Cristian Warnken: El Manifiesto de los Amarillos por Chile, con olor a “Golpe Blando”
Te hablo desde el recuerdo vivo de la tortura, los golpes, la electricidad. ¿Y sabes por qué? Pues en esa época también decían que el presidente Salvador Allende estaba violando la constitución; que el país no quería revoluciones, que debía respetarse su historia institucional. La Democracia estaba en crisis, decían, mientras que soterradamente organizaban el golpe de Estado.
La Guerra Sucia contra los mapuche
La militarización del Wallmapu en nada difiere de la ocupación del territorio mapuche en el siglo XIX, origen del conflicto chileno-mapuche actual. La utilización de mecanismos y recursos humanos, militares, políticos, financieros, jurídicos y logísticos de toda índole para reprimir violentamente al pueblo mapuche es lisa y llanamente Terrorismo de Estado.
La Rebelión en Valparaíso comenzó el 19 de octubre de 2019
Todos saben que el Estallido social, como es conocido, explosó en Santiago el 18 de octubre de 2019, pero la Rebelión en Valparaíso comenzó el sábado 19 de octubre. La convocatoria era a las 7 de la tarde en la Plaza Victoria – que nadie sabe quién la hizo– y, como habitualmente las marchas jamás comienzan a la hora, muchos supusieron que esta vez sería lo mismo, por tanto se dirigieron lentamente hacia la Plaza.
¿Por qué te moriste Pato Manns si teníamos un almuerzo pendiente?
¿Por qué te moriste Pato Manns si teníamos un almuerzo pendiente? Seguramente a nadie le importa un carajo, pero a mi me duele, pues aún escucho la voz de Alejandra, su compañera, diciendo: Vénganse a almorzar con tu compañera. Y yo respondiendo, pero vengan ustedes a Valpo, acá la casa es grande, antigua; una casona de Valparaíso, esas de cerro, centenaria, que nunca más se harán y cualquier noche se cae de termitas.
Libro «Rebelión en Valparaíso», un regalo para nuestros lectores
No pudo sino pensar en su madre y abuela, en todas aquellas personas que ha conocido en su vida y que han luchado por otros, como esa mujer. Ahí sintió una ira colosal y saltando por encima de todos fue derecho a golpear con toda su fuerza al oficial que había agredido a aquella valiente porteña.
En la Academia de Guerra Naval se torturó ¡Que no se acerquen ahora a los niños de Chile!
Los gritos eran interminables. Día y noche como brasas ardientes horadaban los oídos y el corazón. Era el infierno de la tortura en la Academia de Guerra Naval después del golpe de Estado en Valparaíso. Fueron miles los que cayeron detenidos y fueron torturados, otros asesinados o desaparecidos por la Armada en el recinto de Playa Ancha.
Carabinero arroja al río Mapocho a joven chileno. El vuelo del horror
Los blancos duermen mucho, pero sólo sueñan consigo mismos contó en su india palabra el sabio dirigente yanomami Davi Kopenawa. Acá los carabineros duermen mucho y quizás sólo sueñan con ellos mismos asesinando chilenos o mapuche. Son sueños espesos, oscuros como deben ser los ojos de Lucifer. Profundos son, por ello no escuchan, no ven, no sienten. Nada, tan solo mueven levemente los párpados esperando el momento de despertar para matar, torturar, mutilar.
No quería escribir pero se me aparecieron Mil Mariposas Amaranto a 47 años del Golpe en Chile
Pensé no escribir nada, por primera vez en 47 años Por rabia, por soledad, por este país de mierda que tiene la maldita costumbre de repetir la historia de muerte en escarcha, de tiempo en tiempo. Hasta que en la madrugada nuevamente escuché las últimas palabras de Allende y se me alborotó la garganta de miles de mariposas amaranto. De esas que agarran fusiles sin importar de dónde, ni porte ni balas. Ni nada. Porque no había nada que perder, lo estábamos perdiendo todo, hermano. Y lo peor de todo es que lo sabíamos. Siempre lo supimos. El golpe andaba por las calles de Valparaíso, se paseaba por las plazas, husmeaba por sus cerros, se solazaba en el mar. Hasta que nos golpeó el golpe,