Nuestra tesis es que la doctrina social de la Iglesia que predomina en nuestra Iglesia no es la de la doctrina del Vaticano II. Nuestro argumento es que la figura de nuestros seis mártires no ha sido hasta hoy aceptada complacientemente por nuestra jerarquía ni por los ambientes eclesiásticos dominantes. Sí, hablamos en general de seis figuras martiriales en nuestra Iglesia. Cinco están formados por Gerardo Poblete, Antonio Llidó, Miguel Woodward, Juan Alsina y Wilfredo Alarcón. Sólo André Jarlan ha sido asumido por nuestros ambientes eclesiales y esto porque su muerte ha sido casual debido a una bala loca.