Uno de los objetivos de los realizadores es visibilizar las dificultades que enfrentan las personas sordas para acceder a la educación e integrarse tanto en el sistema educativo chileno como en la sociedad. Los datos son estremecedores:  en el mundo existen 72 millones de personas sordas y 500 mil viven en Chile. De ellos, sólo el 18% accede a la educación.