El gigante de los transgénicos Monsanto se retira de la lucha por el viejo continente. Esta semana paralizó su solicitud a la UE para que apruebe sus nuevos avances tecnológicos, pero esto no significa que los europeos no deban temer por su salud.
Hoy en día el nombre de Monsanto se asocia principalmente con los OGM (organismo genéticamente modificado), pero un vistazo a la historia de la compañía muestra que su trabajo siempre estuvo conectado con esferas muy diferentes. Los efectos de este trabajo siguen sintiéndose en todo el mundo y en algunos casos la ciencia ya probó que tienen consecuencias extremadamente dañinas para el medio ambiente y para la salud humana.