Y siento terror, ya que el hecho de que personajes de gobierno hayan votado en contra del gobierno por un proyecto dudoso es chocante porque me dice que están aterrados y no saben qué hacer; pero que algún o alguna diputado/a se ponga a hacer payaserías en el recinto de los diputados, como si la decisión fuera el comienzo de alguna solución espectacular que nos va a llevar a un mundo mejor,  y el Congreso fuera la sede de una fiesta infantil, es el último toque que le faltaba a la Cámara para transformarse en un loquerío.