En Ecuador, las organizaciones por los derechos de la mujer se han fortalecido en el debate actual y han tenido un rol prominente en la difusión del tema. La lucha es dispareja, y mientras se desarrolla, continúa el sufrimiento de niñas y mujeres, doblemente victimizadas, primero por la violación y luego por la obligación de continuar un embarazo consecuencia de la violación.