Para decirlo de un manera diplomática, nos resulta difícil creer que el Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Santiago haya realizado un «estudio» en el cual, según se informa en el párrafo anterior, «empleó dos horas de trabajo», centrando la atención «en que no se produjeran distorsiones en la medición». O la nota periodística está mal redactada o, sencillamente, lo que la USACH ha hecho es prestar un servicio a una empresa privada para ayudarla a descalificar, por infundados, los reclamos de cientos de miles de consumidores de electricidad.