La NSA disponía de tal cantidad de información que podría sabotear en minutos y desde el Pentágono toda la economía de Japón, fundiendo sistemas nucleares y eléctricos, o que tenía almacenados datos de los celulares de todos los ciudadanos de Estados Unidos. Si a lo anterior agregamos la información de la que disponen las principales empresas de las redes sociales para fines comerciales (Google, Facebook, Amazon, etcétera), llegará a la conclusión de que estamos inmersos de manera irremediable en una nueva clase de dictadura de escala global, de la que es necesario salir.