Tras la primavera italiana de 1968 llegó un otoño caliente que derivó en los años de plomo de la década de los setenta. Aldo Moro y el líder del PCI Enrico Berlinguer propusieron un pacto entre las dos grandes bloques parlamentarios de la Bota. Lo denominaron Compromiso Histórico y permitiría la entrada de los comunistas en la órbita de gobierno, algo insólito desde 1947, cuando el Plan Marshall expulsó la hoz y el martillo de los ministerios de Europa Occidental.