“Los Chicago Boys convencieron a la dictadura que ellos no solo eran expertos en control de la inflación o políticas industriales, sino expertos adecuados para iniciar reformas estructurales en todas las áreas relevantes: salud, transporte, vivienda, educación, agua, energía…”, escribe el autor. Este importante texto trata de explicar cómo llegamos a ser un país “donde el mercado juega roles inconcebibles” en otros países. Sugiere que el éxito de los economistas en ser aceptados como expertos en todo, resultó central para meter la economía neoclásica en todas las políticas públicas.