El martes 26 de noviembre fue una tarde de mucha represión en la población Cinco Pinos de San Bernardo. Fabiola, una trabajadora de 36 años, madre de tres hijos, iba rumbo al turno de noche en su trabajo cuando recibió de lleno el impacto de una bomba lacrimógena en el rostro, lanzada por Carabineros a menos de 15 metros de distancia. Al día siguiente se confirmó que perdió la visión de ambos ojos. Es conocida por una labor activa en la población Cinco Pinos como dirigenta vecinal, por jugar fútbol y ser una mujer llena de vida. Una de sus hijas iba a graduarse. Estaba feliz. Esta es su historia en palabras de amigos, pobladores y familiares.