El día 27 de junio, en primer plano, es un día especial para la paz de Colombia, se termina el ejército del pueblo, y se inaugura el partido sin armas de las FARC. Hay optimismo para que la paz siente bases sólidas, se incorpore en todos los tejidos de la sociedad y se transformen las instituciones tomadas por el espíritu y lenguaje de la guerra. Hay esperanzas y confianza para salirle al paso a las otros múltiples tipos de violencia de alguna manera relacionados con la desigualdad, el sufrimiento, las carencias y el trauma psicosocial que dejan cinco décadas de guerra en que la muerte tuvo su auge con secuelas de violencia endémica contra las mujeres y los niños, contra excluidos, marginados y opositores.