[Hoy] tenemos un ambiente político frío, en el cual quienes son opositores al gobierno bolivariano, se avergüenzan de su dirigencia, fracasada y mentirosa, lo que los inmoviliza y da ventaja al contrario, puesto que a nivel nacional poco pueden hacer para neutralizarlo políticamente; y quienes militan en el otro lado comienzan a experimentar la tragedia de apoyar a un gobierno que en su acción de resistencia se aleja continuamente de los principios de la revolución bolivariana o el legado de Chávez.