En el mes de septiembre del año 2010 en la ciudad de Melipilla, nace la idea de insertar en el entorno folclórico un discurso desafiante a través de un repertorio musical con nuevos contenidos y propuestas, para equilibrar el repertorio cuequero tan marcado por el puño masculino.
Postulamos que el mensaje debe ser claro y desde una perspectiva de género, para incentivar la autovaloración, el conocimiento y reconocimiento social de la participación de la mujer a lo largo de la historia, la que hasta hoy ha sido invisibilizada.