Se desplazan,
Sin género,
Por las rutas del cemento,
Perdidos y minúsculos
Entre las sombras
De los bosques de concreto.
Son meros engranajes,
Presas inconscientes de
Etapas interminables
De proyectos cada vez
Más deshumanizantes,
En donde cada logro
Es una nueva metralleta
Apuntando hacia el fogón
Humilde de los niños
Tristes y sin esperanzas…
¡es normal, dices!
¡así actúa la bestia!
… es la fábrica de pobreza,