De ellas y ellos -los luchadores que me antecedieron- sabía que lo único que no podía hacer era permitir que los carceleros me quitaran el tiempo. Ese era mío y lo iba a usar para mis propósitos – principalmente para seguir poniendo mi granito de arena para ayudar a la lucha por una Borinken libre y soberana. He sido fiel a ese compromiso y por mucho que los carceleros han tratado nunca han podido quitarme mi tiempo.