Hamid llegó muerto al hospital de Khan Younis. Las imágenes del funeral, multitudinario, muestran su rostro descubierto, el cuerpo envuelto en la bandera palestina. Fue la primera de las más de cien víctimas fatales de la última escalada de violencia, en medio de un anuncio de tregua que no aleja los temores de un nuevo baño de sangre. Una semana después de la muerte de Hamid, misiles disparados por aviones israelíes F-16 destrozaron el Estadio de Palestina. Había sido reconstruido en 2006 con fondos de la FIFA, después de que bombas israelíes dejaron un enorme cráter en la cancha. La selección ya no jugaba más en Gaza.