El teniente coronel español Antonio Tejero, fue condenado a 30 años de cárcel en 1981, por su intento golpista. Para los espíritus colonizados que asolan Latinoamérica lo que “allá” (léase Estados Unidos o Europa) constituye un crimen aquí, en los arrabales del capitalismo, es una inocente diablura, y no importa si la “incitación” de López terminó con más de cuarenta muertos, la mayoría de ellos fuerzas de seguridad bolivarianas y gentes del común, en las guarimbas y por el fuego de francotiradores, amén de una enorme destrucción de edificios y propiedades gubernamentales y privadas.