La agencia estadounidense Associated Press parece decidida a hacer públicos todos los planes del Gobierno de EEUU. Su primera gran revelación fue que Alan Gross ─el judío-estadounidense preso en La Habana─ había traficado con sistemas de comunicación tan sofisticados que eran de uso del Pentágono y la CIA. Además demostraron que para realizar esas operaciones había cobrado cientos de miles de dólares de Washington.