[Hay situaciones que se suceden, como la carta de Viganó, ante la cual el Vaticano no ha tomado una posición oficial] Todo esto satisface además a las fuerzas políticas y financieras que están contra la política social de Francisco, referidas al clima o a las desigualdades sociales por ejemplo. […] Los sectores conservadores de Estados Unidos, pero no sólo de ese país. Hay muchos portales de Internet que dicen que el papa es comunista, que es marxista. Lo que se ve es que hay una conjunción entre ambientes teológicos conservadores y ambientes políticos conservadores. Antes era una ataque a la Iglesia, ahora es un ataque a la credibilidad de este Papa. En el Vaticano hay una suerte de guerra civil subterránea, con los opositores que se sirven de los escándalos de pedofilia para debilitar a Francisco.