LA HISTORIA ESTÁ A PUNTO DE REPETIRSE
Al firmar con Turquía un acuerdo –por lo pronto ilegal a la luz del derecho internacional– para frenar la oleada de migrantes, los dirigentes de la Unión Europea dan un nuevo paso en lo que podríamos llamar su pacto con el diablo. Gran parte de los 3 000 millones de euros asignados a Ankara irán a parar al financiamiento de los yihadistas y, por tanto, incrementarán la cantidad de migrantes que huyen de la guerra. Por cierto, al levantar, en los próximos meses, la exigencia de visas a los ciudadanos turcos, los europeos instituyen de hecho la libre circulación entre los campamentos de al-Qaeda y Bruselas