El gobierno de Felipe González suministró armas a los marroquíes durante la Guerra del Sáhara Occidental
por Lehbib Abdelhay (España)
5 años atrás 4 min lectura
Madrid, 04 Septiembre de 2019.
Desde mediados de los años ochenta, el Gobierno del PSOE de España emprendió una importante colaboración con Marruecos en el aspecto militar en plena guerra del Sáhara (1975-1991). A finales de octubre de 1984 tuvieron lugar las primeras maniobras combinadas de fuerzas aéreas marroquíes y españolas, denominada «Atlas 84» y encaminadas a asegurar el dominio del estrecho. A primeros de noviembre del mismo año, el ex ministro español de defensa, Narcís Serra, visitaba al entonces Rey de Marruecos Hasán II en Rabat acordando potenciar los contactos, las maniobras combinadas como las anteriores y la cooperación de los ejércitos de tierra.
Las autoridades socialistas alegaban que la cooperación militar con Marruecos era para neutralizar la alianza militar Libia-marroquí (de 1984) que, según la inteligencia española, representaba una amenaza sería para España. Pero con esta cooperación militar, en relaciones Exteriores, se sacrificaba el apoyo ideológico al Frente Polisario para dar a Hasán II motivo alguno de discrepancia.
Las iniciativas del PSOE eran muy bien recibidas por la derecha española, lo que demostraba su significado político, y así el presidente de alianza popular, Manuel Fraga, expresaba su satisfacción por este acercamiento a Marruecos, resaltando que el PSOE había abandonado sus tendencias anteriores de un entendimiento con Argelia.
En este sentido, y según los documentos e informaciones que narraba el general José Ramón Diego, en el plan militar entre Hasán II y el PSOE se vendió a Marruecos un buque de guerra, vehículos TT, morteros, cañones SR y miles de toneladas de armas ligeras. En cuanto al armamento ligero era indudable que se dirigía a la guerra del Sáhara y buena prueba de ello ofrecerían luego los saharauis al exhibir las armas capturadas.
De todas estas relaciones, la aceptación de cuyas explicaciones es más o menos plausible, sólo quedaba en claro la absoluta subordinación del PSOE a un buen entendimiento con su vecino del sur y la venta de armas para la guerra del Sáhara, armas que causaron bajas entre los saharauis a los que Felipe González exhortaba a la victoria ocho años antes.
En concreto, en 1977 Marruecos adquirió 240 vehículos TT Land Rover, cañones sin retroceso, CSR, morteros y pistolas. Y en 1977 Estados Unidos autorizaba a España la venta de material bélico a Marruecos que se había utilizado por las fuerzas Armadas españolas. Los suministros continuaban y en 1982 se exportaron a Marruecos con 1.653 millones de pesetas en munición y cañones, 1.291 en morteros, 435 en unidades navales y 300 en explosivos que fueron directamente a la construcción del muro de la vergüenza en el Sáhara Occidental. Años atrás los envíos de armas no se realizaban directamente a Marruecos sino a través de Arabia Saudita en una operación protagonizada por la empresa Alkantara, con capital del INI y del conocido financiero Kasoghi.
El Gobierno del PSOE no incluía a Marruecos entre los países en guerra ni entre los que despreciaban los Derechos Humanos y ni si quiera tenía en cuenta que el Majzen figuraba como la primera amenaza para la región en general (droga, emigración ilegal y su violencia contra el pueblo saharaui). Las relaciones militares del PSOE con Marruecos comenzaron a ser importantes a partir de la visita a Madrid en 1983 del secretario general de defensa marroquí, Mohamed Achakbar, el mismo que había organizado la invasión del Sáhara Occidental.
Los acontecimientos que se han sucedido estos años son conocidos por todos pero viene bien resaltar que tanto ahora como antes en los años de plomo durante la feroz represión marroquí sobre los saharauis, el Partido Socialista se limitó a mirar para otro lado sin prestar un mínimo de ayuda a pesar de los múltiples avisos de las diferentes organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y/o Human Rights Watsh.
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