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Cuando lo que se incendia es la hipocresía

Cuando lo que se incendia es la hipocresía
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Tengo sentimientos encontrados con lo de Notre Dame. Me consta que no soy la única. Me da mucha pena que se haya incendiado por su valor artístico y cultural, eso es innegable, pero también me da pena que los medios manipulen y le resten importancia a otras muchas injusticias diarias que están acabando con parte de la Humanidad. Y sí, la Humanidad es más valiosa que todo el Patrimonio del mundo. Que en un día salga esa burrada de dinero de debajo de las piedras para restaurar la catedral, pero que no haya, supuestamente, dinero para salvar vidas, me deja en shock. No soy partidaria de mezclar ni de hacer demagogia con temas tan delicados, pero coño, es que si no se ve a estas alturas, es que se está muy ciego/a.

Esta fue la pequeña reflexión que me permití hacer ayer en redes después de un día y medio viendo de todo, especialmente, mensajes de desolación y mucha tristeza ante la pérdida de Notre Dame. Una pérdida que será restaurada en breve gracias a la inestimable ayuda de las grandes fortunas, que están ahí para cuando se las necesita. O, al menos, para cuando el nivel de postureo de la causa lo merece.

Pero, como ya sabemos, todo tiene su otro lado, su otra tonalidad, su claroscuro y su dualidad. Y en ella nos hallamos al leer el siguiente texto que se ha viralizado en redes y que tenéis a continuación.

«Hemos perdido la cabeza. 
Estoy flipando, me siento estafada, indignada, me duele la mente y el cuerpo, siento como si me hubieran dado una paliza de realidad. En 12 horas se han recaudado más de 700 millones de euros para restaurar la Catedral de Notre Dame. Es un símbolo de culto católico, sede de la archidiócesis de París, la capital de Francia, uno de los monumentos más populares de la capital francesa y del mundo, sí, pero no deja de ser un edificio. No hay dinero para nada, pero sí para esto.

Mientras todo el planeta mira a la Catedral de Notre Dame, cuelga fotos de sus viajes y escribe bien grande que se le parte el corazón, sabed que se siguen vertiendo al mar 200 kilos de plástico por segundo, siguen muriendo 8.500 niños de hambre cada día, en India hay 4 violaciones cada hora y en el mundo 137 mujeres son asesinadas cada 24 horas.

Cada día, 41.000 niñas se casan sin haber cumplido los 18 años, casi 160 personas al día llegan en patera a España huyendo del hambre y del horror.

SEOM ha estimado que el número de nuevos casos de cáncer diagnosticados en España en el año 2019 alcanzará los 277.234, un 12% más que en 2015… 

Hoy mismo, el río Paraguay ha sufrido su mayor crecida y ha dejado 88.000 desplazados, sin hogar.

Hoy mismo, el ciclón Idai provoca uno de los mayores desastres naturales del hemisferio sur que ha afectado al sudeste de África, en concreto a Mozambique, Malaui y Zimbabue, y la ONU lo ha calificado como devastador.

Hoy mismo se ha ha sabido que ya son 370.000 los muertos en Siria.

Así podría seguir y seguir y seguir.

Dejemos de ser tan instagramers, posturitas e HIPÓCRITAS. Preocupémonos por el futuro, por lo que dejamos, por lo que somos, por lo que queremos ser. Debemos preocuparnos por el planeta, es URGENTE.

La Catedral de Notre Dame puede esperar, los niños que mueren de hambre, los océanos sin arrecifes de coral, la disminución drástica de abejas polinizadoras, la sobrecogedora cantidad de enfermos por las mierdas que comemos y los desastres naturales NO pueden esperar. 

Centrémonos en lo importante de puta vez, por favor.»

Vanu Lorelore

Y claro, ya empiezan las redes a arder, y lo primero que parece incendiarse es esa hipocresía con la que nos revestimos… Porque si hablas de la pena que te supone que se queme Notre Dame eres una persona frívola. Pero, si hablas de que arda entera pues es un símbolo del patriarcado, eres una persona poco menos que inhumana. Claro, pero si se te ocurre hablar de que hay muchas cosas peores en un día en el que el mundo entero clama por Notre Dame, entonces eres lo peor, y una demagoga, por supuesto.

De este modo, volvemos a los enfrentamientos, a las posturas opuestas y a missentimientos encontrados. Me da pena el incendio, y no soy hipócrita (la verdad es que tampoco se me ha ocurrido subir la última foto que tengo junto a la catedral… demasiado postureo), pero más pena me da saber que en un día 750 millones ya están esperando a ser utilizados para su reconstrucción cuando, bien sabemos, eso puede esperar y, sin embargo, otras muchas cosas no. No es demagogia, es realidad, es concienciación con el mundo que nos rodea, con lo que hemos conseguido como sociedad…

Que el mundo se solidarice con Notre Dame ya es un paso, un paso adelante, pero no es el paso que necesitamos. Necesitamos solidaridad en temas que parecen no rozarnos, que parece que desconocemos o que no nos bombardean con ellos a todas horas y, por tanto, pasan desapercibidos ante nuestras retinas.

Tenemos un serio problema, pero parece no importar, pues en nuestra burbuja primermundista no nos afecta.

*Fuente: Qfem

Y todo por una catedral…

Carmen Arísegui

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