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Beatriz Sánchez: “La Nueva Mayoría es más bien de derecha”

Beatriz Sánchez: “La Nueva Mayoría es más bien de derecha”
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Lunes 24 de abril 2017 22:41 hrs.

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En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, la precandidata presidencial del Frente Amplio se refirió a distintos temas, como sus diferencias con la Nueva Mayoría, la situación de Revolución Democrática y el conflicto en La Araucanía.

En su visita a las dependencias de la Radio y Diario Universidad de Chile, la precandidata del Frente Amplio no se guardó nada. Criticó la superficialidad de las reformas de la Nueva Mayoría, su constante bombardeo y falta de convicción interna.

Además, disparó contra Chile Vamos: “no solamente quieren no hacer ningún cambio, sino profundizar las diferencias en que vivimos”, dijo sobre el conglomerado de Piñera.

Ya tienes 6% de respaldo en la Cadem, ¿Cómo te tomas este desafío?

Es bien impresionante esto de las encuestas, yo lo miro con tranquilidad. Es bueno que se refleje que uno va creciendo pero creo que este es un camino largo. Hoy, lunes, cumplimos 3 semanas desde el día de la presentación de la precandidatura en Plaza Italia. Es una carrera larga, falta mucho para entusiasmarse con lo que digan las encuestas. Yo las miro, es interesante, generan opinión pública, pero las miro entendiendo que tienen una lógica de esta primera etapa.

¿Crees en las encuestas?

Hay un tema bien fundamental en las encuestas. Cuánta gente va a ir a votar y quién va a ir a votar. ¿Votarán los que responden las encuestas o la gente que siempre ha ido a votar? Como esto es voto voluntario, uno mira las encuestas como lo que son. Hoy no hay preguntas mayores en cada encuesta para determinar si ese volumen es el que votará. Entonces se instala una incertidumbre respecto a  lo que pueden decir las encuestas.

Tú no fuiste muy política en el pasado. ¿Te imaginabas en este escenario de candidata presidencial? ¿Cómo te ves?

Es un proceso de acostumbrarse a algo que también es nuevo y creo que estoy en ese proceso. Al principio estaba más lejos, hoy estoy más cerca. Igual yo creo que estaba cumpliendo un rol político como periodista hace un tiempo. Tomando posición, mirando las cosas desde un ángulo en específico, ese es un rol político. Me parecía interesante reivindicar  la política. Yo lo venía haciendo hace tiempo. Siempre trataba de disputar los espacios políticos en el sentido de que la política hoy se hace lejos de nosotros. La gente dice que no le gusta la política pero uno está todo el día hablando de política. La política se hace en todas partes y yo reivindico eso. Por eso me hace sentido estar acá. No es que yo haya salido de un mundo tan lejano para asumir la candidatura.

Pasar de ser periodista a ser candidata, ¿Es muy distinto?

(Ríe) Es tan distinto que ahora estoy contestando pregunta y antes las hacía. Es un poco raro. Es un proceso al cual alguien se acostumbra. Cuando estás en un rol de precandidata hay muchas preguntas personales pero también muchas preguntas que tienen que ver con la campaña, propuestas, y que ya no tienen que ver con mi idea, sino que es un trabajo colectivo. Esta precandidatura se trabaja con un equipo que está dedicado a  las distintas áreas, con un área de contenidos súper definida donde estamos avanzando respecto a  los grandes ejes que queremos poner sobre la mesa para que se discutan. Porque ¿qué es una candidatura presidencial? Es una idea del país que queremos, es una propuesta al país respecto a cómo queremos construirlo.

¿Y cuál es el país que quiere Beatriz Sánchez?

Quiero un Chile distinto al que conocemos hoy día. Lo que hemos definido son tres ejes fundamentales y que son los objetivos del Frente Amplio. Cuando hablo de un Chile con un rostro distinto es porque queremos una democracia mucho más profunda. Una democracia real, una democracia revolucionariamente democrática. Más democracia participativa, no la representativa que hay hoy día. Que nos sintamos parte de las decisiones que se toman. Otro eje fundamental es una democratización de la economía, un nuevo modelo de desarrollo. Lo que tenemos en Chile es una concentración económica salvaje, lo que hay en Chile es una mercantilización de todos los aspectos  de nuestra vida, todo se transa. Queremos una economía en la cual se reparta el poder, que hoy tienen sectores económicos pequeños. Economía a escala humana, del buen vivir. El otro eje fundamental son los derechos sociales universales. Sacar el aspecto mercantil de la vida, salud, educación, vivienda, son derechos básicos universales. Esto no es radical, es lo que pasa en buena parte del mundo.

Es un discurso bien esperanzador, pero ¿Cómo se hace eso? ¿Se hace todo de nuevo, o a partir de lo que ya se ha construido hasta ahora? ¿Qué hacer con todas las reformas?

Todo siempre se construye sobre lo que hay. Esta mirada de que queremos hacer todo de nuevo es una caricatura porque no se puede, objetivamente, tirar todo abajo. Esto es construir, pero construir de otra manera. No pensamos que esto se va a hacer de un momento para otro. No es que llegamos al gobierno y al otro día todo cambia. No, estamos hablando de hacer cosas por la vía institucional, cambios legales, procedimentales. No es algo que sea inmediato, pero es cimentar un camino de cambios, para ir instalando estas ideas. Es una hoja de ruta con una proyección. El tema es que empecemos a hacerlo en algún momento. No es fácil, porque en Chile se ha instalado una forma, un sistema de vida, que pareciera que es el único sistema posible, y no es así. Variemos la dirección en la que vamos, hacia una dirección más amable.

¿Un eventual gobierno tuyo será continuador de las actuales reformas?

Yo no quiero continuar con lo que hay, quiero construir sobre la base de lo que hay. No se puede construir en el aire. Quiero zafar de esa candidatura que hay de que queremos empezar todo de nuevo. Eso no se puede hacer. No es construir sobre la base de las reformas no logradas del gobierno de Michelle Bachelet. El problema de ese gobierno es que hizo una propuesta de cambios estructurales que no fueron., hay cosas que yo destaco, como la ley de inclusión en Educación, que avanza en el sentido correcto, porque tiene esta mirada amable, esta mirada de dialogar con lo que pasa, esta mirada efectiva de darle un giro, pero pasó solo con eso. Todas las reformas estructurales terminaron no siendo estructurales. Veamos la reforma laboral, por ejemplo. Pretendía, de forma bien cauta, equilibrar un poco la cancha en una negociación colectiva, nada más que eso. Pero ¿en qué terminó?

¿Qué pasó en el camino? ¿Dónde está el estancamiento? 

Es que en la Nueva Mayoría no hay convicción. Chile Vamos se ha opuesto en bloque a cualquier reforma. Ya sabemos lo que es Chile Vamos, ya sabemos lo que Sebastián Piñera quiere ofrecer: no solamente no hacer ningún cambio, sino profundizar las diferencias en que vivimos. El discurso está clarito. Lo dijo incluso el día de la presentación: irse para atrás en gratuidad, irse para atrás en ley de inclusión. O sea, no solamente esto, sino que menos de lo que hoy hay. En el caso de la NM, lo que uno mira, y siguiendo la historia desde el primer día en que se presentan las reformas, es que hubo una oposición interna enorme. Recordemos que Michelle Bachelet tenía mayoría en las dos cámaras. Entonces uno pensaba que las reformas iban a ir muy rápido porque tenían mayoría. Pero la oposición estuvo dentro de la NM, porque no hubo convicción para estos cambios estructurales que se necesitaban y porque creo que la NM está muy instalada sobre este modelo en el que vivimos. Si lo ha validado durante muchos años.

Cuándo hablas de que no hubo convicción, ¿Te refieres a la Democracia Cristiana?

No solo a la DC. Es cosa de seguir la discusión que hubo en algunos proyectos. En algún momento era la DC, en otros era el PPD, en otros era la misma DC enfrentada entre ella misma.

Otro tema clave que se está debatiendo tiene que ver con la reforma previsional, ¿Crees que tendremos reforma este gobierno?

Yo creo que no. Se ve muy difícil, queda muy poco tiempo. Cuando hablamos de derechos sociales, en temas tan sensibles como educación salud, pensiones, vivienda, son todas grandes batallas ideológicas y grandes batallas para lo que significa nuestra estructura económica, por eso yo hablo tanto de un modelo de desarrollo distinto. Hoy las pensiones sustentan buena parte de la plata que necesitan las mismas empresas nacionales para seguir desarrollándose. De hecho, han hecho uso de estos dineros durante mucho tiempo, por eso hoy son mega empresas. Sostiene gran parte de nuestro sistema financiero, eso que es de todos nosotros que pusimos plata en las AFP. Entonces las discusión es grande. El Ejecutivo presentó una propuesta, pero es absolutamente insuficiente. Lo que hace es decir “vamos a instalar 5% más de cotización que venga del bolsillo de los empleadores”. Esto significa que este 5% en proyección puede aumentar en 50% las pensiones, que es una gran cifra. La ministra del Trabajo agrega que para que crezca en 50% la pensión tenemos que esperar hasta el fin del ciclo del trabajo de una persona, o sea, 35-40 años para que esa persona tenga 50% más de pensión. Es absolutamente insuficiente, ¡si el problema de las pensiones es ahora! Lo otro que me parece extraño es que se presenta este 5%, y dicen que no lo van a administrar las AFP. ¿Qué quiere decir con eso el ejecutivo? Que desconfía de las AFP. Lo plantea directamente. ¡Si desconfía entonces cambie el sistema completo!, ¿no?

¿Será prioridad para un gobierno suyo cambiar el modelo de las AFP?

Sí. Estos ejes de los que yo hablaba se trabajan de manera simultánea y hay que implementarlos de manera inmediata.

El colectivo en 2011 puso en agenda e inspiró todas las reformas que existen ahora. ¿Qué pasó con la reforma previsional?

Quiero rescatar eso. Me encantaría que todos entendieran la fuerza que tiene la ciudadanía. La ciudadanía cambió el eje del gobierno de Sebastián Piñera al salir en masa para reclamar por una educación gratuita y de calidad. Cambió toda la agenda de ese gobierno y del que siguió. Hoy está pasando lo mismo con pensiones. Cualquier gobierno, incluyendo el mío, tiene que tomar ese tema como prioritario porque está instalado por la gente, y no estaba en agenda.

Un tema que está en agenda es la decisión del SII de no querellarse contra las empresas por los casos de financiamiento irregular de la política. El exdirector del organismo, Michell Jorrat, dijo que desde el ministerio del Interior se había pedido enterrar las causas. ¿Qué te parece?

Algo sabíamos de esto, por algunos medios. Es un reflejo de lo que pasa a nivel político con esta trenza política y económica que afecta transversalmente a nuestra política. Lo que dice Jorrat, que no es nada nuevo pero suena muy fuerte, es impresionante, pero obedece a una protección y a una forma de hacer política que en Chile no puede existir. El Frente Amplio quiere otra forma de política. Lo que pasó con el SII y las empresas financiando campañas es una de las inspiraciones de que surja un conglomerado como el Frente Amplio.

Sobre el mecanismo de elecciones, qué te parece la discusión de la Nueva Mayoría y Chile Vamos sobre si van o no a primarias?

Me parece insólita. Son los mismos parlamentarios que votaron hacer primarias. Hoy la NM y CV cuestionan la posibilidad de primarias. Más la NM, que están como todos lanzándose en primera vuelta. Desde el FA estamos intentando captar militantes de Revolución Democrática. Necesitamos 33.500 militantes para poder inscribir una primaria legal. Lo único que queremos es ir a la primaria legal, porque nos interesa que los ciudadanos voten a quién quieren como candidato. Entonces, nosotros queremos primaria legal pero los partidos, que votaron la primaria legal, están tratando de zafar de ella. Parece que le tuvieran pánico a la decisión de las personas.

Una de las criticas que le ha tocado recibir al Frente Amplio ha tenido relación con sus precandidaturas. Son pocas las que provienen de organizaciones locales o movimientos sociales y tú eres uno de los reflejos de eso. ¿Cómo se asume esa crítica y cómo se le promete a la ciudadanía que el Frente Amplio no se convertirá en una Nueva Mayoría 2.0?

El desafío es permanente y estará siempre. El desafío es ser fieles a los principios que nos unen como FA y que tienen que ver con el respeto a los DDHH, en buscar acuerdos dentro de lo que nos une y no lo que nos separa, con una política distinta, que tiene un nexo completo con la ciudadanía. Esto a través de una democracia distinta a la que conocemos hoy. Siendo fieles a los principios, creo que zafaremos de esta política a la que estamos acostumbrados.

En ese contexto ¿No se asume como una deficiencia no contar con tantos liderazgos sociales dentro del Frente Amplio?

Es que el FA está en proceso de terminar de construirse. Hace un año era una idea, hoy es una realidad, pero no ha terminado de pulirse. El FA busca dos cosas a propósito de movimientos sociales. Una es incorporar movimientos sociales que quieran unirse, por ejemplo “Marca tu Voto”, y establecer un buen diálogo, sin instalar nosotros una vocería al respecto, con movimientos sociales que no estén necesariamente en el FA, pero sí ponernos a disposición de ellos y acogerlos con lo que ellos plantean. En eso estamos con toda la Coordinadora No+AFP, con la Confech… Esta es una candidatura feminista, entonces también estamos cerca de los movimientos feministas, pero no es que queramos que se integren al FA, no, queremos una buena relación con ellos, eso también es vocación del FA.

En el marco de la recolección de firmas de Revolución Democrática, se ha visto la intención de RD de recolectar militantes casi a cualquier precio. La militancia de RD se basa más en firmas que en una formación política robusta. ¿Qué opinas de que la gran mayoría de la militancia del partido que te proclama no tenga formación?

Creo que es un desafío para todos los partidos buscar a su militancia y acercarla a un rol más político. Es un desafío que tiene que ver con la realidad país, no solo con la de RD. Yo no soy de RD, pero nosotros creemos en la política en manos de las personas. Se ha ido desactivando. Hay que hacerle entender a la militancia que ellos tienen un nexo que se puede usar, pero esto tiene que ver con una desactivación país en torno a temas políticos. Hoy no es distinto lo que pasa al interior de las militancias respecto de lo que pasa en el país con la gente que va a votar.

A propósito de lo que pasa con RD, dentro del Frente Amplio ha ocurrido algo bien interesante. RD dijo “podemos juntar esta cantidad de firmas”, que es enorme y con poco plazo, para llegar a la primaria legal. Los otros partidos tomaron resoluciones internas y decidieron apoyar a RD. Movimiento Autonomista salió a apoyar en masa todos los puntos de recolección de firmas, lo está haciendo Nueva Democracia, porque entienden lo que es llegar a una primaria legal. Ahí hay una generosidad de grupo que yo no veo en otros conglomerados. Esto define mucho lo que es el FA.

¿Cómo se toma Beatriz Sánchez el veto del Frente Amplio a algunas candidaturas como la de Navarro y Rendón?

Creo que la palabra veto la ocupan ellos. No ha venido nunca desde el Frente Amplio. Me encantaría que la competencia fuese lo más abierta posible. Estoy disponible para competir y que los debates sean ricos. Pero el Frente Amplio se ha puesto sus propias reglas internas a propósito de definición de candidaturas. Reglas que firmaron los mismos partidos que apoyaban a esos candidatos. Las reglas no son solo para lo que te gusta. Podemos discrepar de las reglas internas, podemos revisarlas, pero existen.

Has deslizado propuestas y definiciones sobre un eventual gobierno, a pesar de que el programa del Frente Amplio aún sigue en elaboración…

Lo que nosotros definimos como FA son ejes de trabajo. Son ejes generales y son profundos respecto a  cómo miramos la democracia, qué miramos respecto al modelo de desarrollo y los derechos sociales. Son grandes líneas que estamos trabajando. Otra cosa es que se trabaje temáticamente en 12 áreas distintas en un programa participativo y algo que nunca se había hecho antes. Esto se sistematizará y hay un equipo que le dará soporte jurídico y económico y esto tendrá un plebiscito frenteamplista. Todo en base a los ejes mencionados.

Desde tu perspectiva, el conflicto con la nación mapuche, ¿Cómo se ha abordado y cómo se debería abordar?

Coincido en lo que dijo Francisco Huenchumilla cuando afirmó que esto es una cuestión política. Es un conflicto que se ha llevado por el carril jurídico policial y tiene mucho más que ver con un tema histórico. Con un proceso político de conversación. Y cuando hablamos de conversación no es una conversación impuesta desde Santiago con las reglas de un gobierno de un color o de otro, sino una conversación que tenga un origen que se centre en lo que desde la zona se piensa son los temas para trabajar y obedeciendo a la forma de trabajo en la misma zona. Eso no ha estado nunca. Esto también tiene una fuerza económica importante, que debiéramos agregar a esa conversación política y que me parece que está siempre fuera de la discusión y que tiene que ver con la entrega de tierras, la especulación sobre esas tierras y la cantidad de plantaciones forestales que hay en las zonas.

¿Mar para Bolivia?

Es que no es algo que pueda determinar yo. Es algo que está en discusión en La Haya. Por responsabilidad política no me voy a pronunciar sobre ese tema, lo que sí puedo decir es que me parece que se ha maritizado en exceso la relación con Bolivia. Lo ha hecho Evo Morales pero también ha sido parte de los contenidos de nuestra propia Cancillería. Me encantaría una relación distinta con los vecinos.

¿Te consideras una persona de izquierda?

Me siento de izquierda, de una izquierda democrática.

¿Te sientes más cómoda con la socialdemocracia o con el socialismo?

Es buena pregunta. Cuando oigo que desde la NM se definen como socialdemocracta y yo creo que la NM es más bien de derecha, me parece curiosa la definición. Se tira la socialdemocracia de un lado a otro. Dentro del FA hay desde socialdemocracia, como el Partido Liberal, hasta una izquierda que mira la institución con una mirada más crítica. Hay de todo. Yo me siento de izquierda, totalmente de izquierda.

Pero eso no responde la pregunta…

No, es que es una pregunta capciosa, porque trata de buscar una definición que me puede ubicar más cerca o más lejos de la NM y no me gustan esos rótulos, que están un poco añejos a propósito de la política que estamos presentando. Entonces creo que hay harto fetiche de tratar de instalar al FA con una imagen en particular, pero a mí eso me parece injusto.

 

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2 Comentarios

  1. José Maria Vega Fernandez

    Yo voto por Nicanor Parra: la Derecha y la Izquierda unidas, jamás serán vencidas.
    Se usa este sistema post pinochet para que ningún comunismo o marxismo viejo o moderno pueda tener algún peso propio significativo…
    Como es prosible apreciarlo en el contexto historico mundial.

  2. JorgeCH

    ¿Ser de izquierda que significa en términos concretos? Lo que a much@s nos importa es que realmente la sociedad civil tenga una participación no solo en el papel ni en la discursiva sino más bien en los hechos. La Dictadura profundizó con saña y alevosía los esfuerzos por construir una sociedad más justa, equitativa, participativa y por sobre todo creo una sociedad con una idea profunda del consumismo. En términos concretos y en lenguaje ciudadano ser de izquierda es simplemente tener PODER CIUDADANO que permita interactuar con el Gobierno de turno proponiendo respuesta a los problemas de la ciudadanía, capacidad de exigir plebiscitos frente a problemas que tenga carácter nacional, poder de revocación de las «autoridades políticas» elegidas que no cumplan con lo exigido o prometido en campaña, tener en sus manos el resguardo de nuestras riquezas naturales entre otras cosas. Lo anterior implica sin lugar a dudas un PROCESO que debe empezar ya.

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