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Hajo Meyer, superviviente de Auschwitz: “Puedo identificarme con la juventud palestina”

Hajo Meyer, superviviente de Auschwitz: “Puedo identificarme con la juventud palestina”
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Foto superior: Hajo Meyer, sobreviviente de Auschwitz, murió el 23 de agosto de 2014. Esta es una entrevista de 2009.
(Foto Christiane Tilanus)

Original: Auschwitz survivor Hajo Meyer: “I can identify with Palestinian youth”
Traducciones disponibles: Deutsch

Traducido por  Javier Fernández Retenaga
Hajo Meyer, autor del libro “El fin del judaísmo”, nació en Bielefeld en 1924. En 1939, con catorce años de edad, huyó solo a Holanda para escapar del régimen nazi y ya no pudo ir a la escuela. Un año después, cuando los nazis ocuparon Holanda, vivió oculto con un documento de identidad falsificado de pobre calidad. En marzo de 1944 fue capturado por la Gestapo y una semana después, deportado al campo de Auschwitz. Fue uno de los últimos supervivientes de Auschwitz. Hajo G. Meyer murió el 23 de agosto de 2014. Esta es una entrevista de 2009.

Adri Nieuwof: ¿Qué le gustaría decir para presentarse a los lectores de Electronic Intifada?

Hajo Meyer: Tras la Noche de los Cristales Rotos (el pogromo de dos días contra los judíos), en noviembre de 1938, tuve que abandonar el instituto, en Bielefeld. Fue una experiencia terrible para un chico con ganas de aprender y sus padres. Por eso puedo identificarme muy bien con la juventud palestina a la que se le impide concluir sus estudios. Y de ninguna manera con los criminales que no les permiten recibir educación.

¿Qué le impulsó a escribir el libro “El fin del judaísmo”?

En el pasado reciente los medios europeos han escrito mucho acerca de políticos de extrema derecha como Jörg Haider, en Austria, o Jean-Marie Le Pen, en Francia, pero cuando Ariel Sharon fue elegido primer ministro de Israel, en 2001, los medios guardaron silencio. En los 80 comprendí el modo de pensar profundamente fascista de estos políticos, y con el libro quería distanciarme de todo eso. Yo mismo fui educado en el judaísmo y aprendí que la igualdad de las relaciones entre todos los seres humanos era un valor fundamental. No conocí el judaísmo nacionalista hasta que oí a los colonos defender en entrevistas los ataques contra los palestinos. Cuando un editor me propuso escribir sobre mi pasado, me decidí a escribir este libro para, de alguna manera, enfrentarme con mi pasado.

La gente de un pueblo que deshumaniza a la gente que pertenece a otro pueblo puede hacerlo, o bien porque lo han aprendido de sus padres, o bien porque sus líderes políticos les han lavado el cerebro. Y esto sucede en Israel desde hace décadas. Se manipula el holocausto con fines políticos. A la larga, de esta manera el país se destruye a sí mismo, haciendo que sus ciudadanos judíos se vuelvan paranoicos. En 2005, el entonces primer ministro Sharon ilustró esto en la Knesset cuando dijo: sabemos que no podemos confiar en nadie, que solo podemos confiar en nosotros mismos. Esta es la definición más breve posible de alguien que padece paranoia crónica.

Una de las cosas que más me ha molestado en la mi vida es que Israel, mediante una argucia, se autodefine como “Estado judío”, cuando en realidad es un Estado sionista. Quiere el territorio más extenso posible con el menor número posible de palestinos. Todos mis abuelos son judíos, yo soy ateo, pero comparto la herencia sociocultural judía y he aprendido la ética judía. No quiero ser representado por un Estado sionista. No tienen ni idea del holocausto. Lo manipulan para hacer de sus hijos unos paranoicos.

En su libro habla de las lecciones que ha aprendido de su pasado. ¿Puede explicarnos cómo ha influido su pasado en su percepción de Israel y Palestina?

Nunca he sido sionista. Después de la guerra los judíos sionistas hablaban del milagro de tener “nuestro propio Estado”. Como ateo convencido, si eso es un milagro de Dios, me gustaría que él hubiera hecho el mínimo milagro de crear el Estado quince años antes. Así mis padres no habrían muerto.

Puedo hacer una lista interminable de similitudes entre la Alemania nazi e Israel. La expropiación de tierras y bienes, negar a la gente oportunidades educacionales, limitar sus posibilidades de ganarse la vida para destruir su esperanza, todo con el objetivo de echarlos de su país. Y lo que todavía me parece más terrible, mancharse las manos de sangre y crear las condiciones para que la gente empiece a matarse entre sí. Entonces se diluye la diferencia entre víctimas y culpables. Sembrando discordia en una situación de falta de unidad, ensanchando la brecha entre la gente, como Israel está haciendo en Gaza.

En su libro habla del papel de los judíos en el movimiento por la paz dentro y fuera de Israel y de los objetores israelíes al servicio militar. ¿Cómo valora su contribución?

Naturalmente es positivo que partes de la población israelí traten de ver a los palestinos como seres humanos, como sus iguales. Sin embargo, me inquieta lo escaso que es el número de los que protestan y son verdaderamente antisionistas. Nos indignamos por lo que sucedió en la Alemania nazi. En esa época, si se manifestaba el menor asomo de crítica se acababa en el campo de concentración de Dachau. Si uno se mostraba crítico, estaba muerto. Los judíos de Israel tienen derechos democráticos. Pueden protestar en las calles, pero no lo hacen.

¿Qué opina del nuevo proyecto de ley aprobado por el Consejo de ministros israelí que prohíbe la conmemoración de la Nakba, la desposesión de la Palestina histórica? La ley contempla penas de hasta tres años de prisión.

Es tan racista, tan terrible. Me quedo sin palabras. Es una manifestación de lo que ya conocemos. Zochrot [organización de judíos israelís que tratan de enseñar que es la Nakba, que se conmemora con ella]  se fundó para contrarrestar los esfuerzos de Israel por borrar todo rastro que recuerde la vida palestina. A los palestinos se les prohíbe conmemorar públicamente la Nakba…, no se puede actuar de manera más parecida a los nazis, más fascista. Quizás eso ayude a que el mundo despierte.

¿Cuáles son sus planes para el futuro?

[Risas] ¿Sabe cuál es mi edad? Tengo casi 85 años. Siempre digo con ironía que tengo dos opciones: o estoy siempre cansado porque quiero hacer tanto, o me siento quieto a la espera de tener que desaparecer. Bien, pues me propongo estar cansado, porque todavía tengo mucho que decir.



Gracias a: Tlaxcala
Fuente: https://electronicintifada.net/content/auschwitz-survivor-i-can-identify-palestinian-youth/8268
Fecha de publicación del artículo original: 01/06/2009
URL de esta página en Tlaxcala: http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=20063

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1 Comentario

  1. José Maria Vega Fernandez

    Otro Spinoza. Grande y sincero.
    Raro que no le hicieran lo mismo.

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