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En Chile, no hay límites para el abuso y la arbitrariedad

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INFORME POLITICO

LA SITUACIÓN INTERNACIONAL

Comencemos este informe reiterando nuestra afirmación formulada en ocasiones anteriores: el modo de producción capitalista MPK impera sin contrapesos a lo largo y ancho del planeta con las salvedades de rigor  establecidas para cada uno de los centros mundiales que se han organizado luego del derrumbe de la URSS y que hoy disputan entre sí la hegemonía planetaria.

En cada uno de esos centros mundiales las clases y fracciones de clase dominantes han organizado un Bloque en el Poder que hegemoniza una de las tres grandes fracciones en que se divide la clase de los compradores de fuerza o capacidad de trabajo (a saber, industria, comercio y banca), más o menos en la forma que se expone a continuación:

1) El Bloque en el Poder dentro del conjunto que integra USA, Europa y Japón se encuentra hegemonizado por la banca que actúa en estrecha alianza con el comercio;

2) El Bloque en el Poder de Rusia e India, es hegemonizado, igualmente por la banca que actúa, a diferencia del anterior, en estrecha alianza con la industria, relegando a un tercer lugar al comercio; y,

3) El Bloque en el Poder en China, hegemonizado por la burocracia estatal, en donde pueden distinguirse los sectores de la banca (que es estatal) y de la industria (también estatal), que actúan en estrecha alianza con el sector privado industrial.

Podemos, pues, concluir que el Bloque en el Poder a nivel planetario se encuentra claramente hegemonizado por la banca que, en ciertos casos, se presenta ligada a la fracción industrial del capital y, en otros, a su fracción comercial.

Esta estructura planetaria se reproduce a nivel regional en donde también vemos que la fracción hegemónica del capital se encuentra, indiscutiblemente, en manos de la banca con las diferentes variables que implica la alianza: a veces, en estrecha alianza con el capital industrial; a veces, con el capital comercial.

LA SITUACION REGIONAL

Por consiguiente, no debe sorprender que ese modelo se reproduzca en Latinoamérica donde coexisten sistemas que mantienen rasgos bastante particulares, como los que exhiben Venezuela y Cuba, países cuyas estructuras de Bloque en el Poder es posible compararlas con la que existe en China. En Latinoamérica se da una exquisita variedad de modelos que, sin apartarse de los parámetros comunes a toda la región, da cuenta de las diferencias que se producen a pesar de la proximidad continental. Están, también, Nicaragua, Ecuador y Bolivia, países en los cuales la forma de composición del Bloque en el Poder parece propia de Rusia o de la India, y finalmente Colombia, Perú, Paraguay, Chile, Puerto Rico, Panamá, Uruguay, Costa Rica que intentan aplicar la forma de acumular del neoliberalismo lo más pura posible, abriéndose a todas las exigencias del capital. Bajo los nuevos gobiernos de Macri y Temer, Argentina y Brasil comienzan, respectivamente, a transitar por la vía de establecer un Bloque en el Poder en donde la banca considere como aliados principales a los sectores industriales, con las dificultades propias de las crisis que experimentan: Brasil, más que Argentina, es la zona a la cual han trasladado sus fábricas los capitales industriales europeos.

El caso de México merece una consideración especial pues dicha formación social, en atención a la estrecha ligazón que la une a Estados Unidos, funciona como parte de ‘Norteamérica’ junto a ese país y a Canadá.

No vamos a insistir en el hecho que un modo de producción MP actúa de la misma manera que un ‘modelo’ o forma de acumular. Ambos reproducen formas de comportarse y de actuar: las crisis políticas y culturales no constituyen una casualidad sino la consecuencia de un modelo que, luego de aplicarse, evidencia graves desajustes. Sin embargo, al igual que el MPK, los modelos o formas de acumular no desaparecen sino hasta que otro lo reemplaza. Pueden ser corregidos, enmendados, o reformados, pero jamás abolidos si no existe aquel que ha de relevarlo. Nuestro convencimiento es que el modelo de economía social de mercado no resuelve hoy los graves desajustes que experimenta el SKM por lo que requiere ser abolido y reemplazado por otro; pero, como ya lo expresáramos más atrás, eso no ocurrirá mientras no exista otro que lo reemplace. De manera que probablemente el modelo continuará vigente durante un largo tiempo; pero durante ese período ha de comenzar a experimentar drásticos cambios que, incluso, pueden hacer variar su naturaleza.

Si hay algo que identifica al imperio sin contrapeso del MPK en la generalidad de las formaciones sociales planetarias es la crisis política (corrupción) que afecta a las representaciones políticas como forma que adopta la reproducción de la avaricia de las empresas. No parece necesario insistir en las causas de este fenómeno, siempre presente en el MPK, aunque intensificado bajo la forma de acumular denominada ‘economía social de mercado’.

LA SITUACION NACIONAL

El Bloque en el Poder planetario se reproduce en la estructura que adopta el Bloque en el Poder regional y éste, en el local o nacional; por regla general. La hegemonía debe ser la misma, o, al menos, similar. En Chile la hegemonía en la conducción de ese Bloque la tiene la banca en estrecha alianza con la fracción comercial de la clase de los compradores de fuerza de trabajo. Este reordenamiento se produjo durante la dictadura consolidándose bajo los gobiernos post dictatoriales, como consecuencia de la aplicación literal de la nueva forma de acumular. Por razones de ‘economía’ (y rigurosa aplicación de la ‘teoría del juego’) se formaron dos grandes alianzas políticas que comenzaron a autodenominarse, con evidente regocijo de los medios de comunicación que buscan la existencia de dicotomías para simplificar su mensaje, ‘izquierda’ y ‘derecha’. Chile se asimiló, así, a Europa y Estados Unidos, regiones en donde la contienda política se resuelve en el juego alterno de dos grandes conglomerados que se atribuyen el carácter de ‘izquierda’ y ‘derecha’. Ese es el campo en donde se libra la lucha política.

En ese campo, los partidos que decían representar los intereses de las clases y fracciones de clase dominadas fueron asumiendo crecientemente el interés de las clases y fracciones de clase dominantes; la generalidad de su militancia se vio envuelta en escándalos, apropiaciones ilícitas, estafas, tráfico de influencias y otras figuras delictivas que ha sido bastante difícil de configurar en los pocos casos que tales desbordes han sido llevados ante los tribunales. Y si se pretendiera ejercer justicia sobre tales conductas, los casos son tantos que, al simple observador no le quedaría sino preguntar, como Lot al Altísimo:

“Señor, y si hubiese sólo un justo en Sodoma, ¿la perdonarías?”

Este fenómeno no afecta sólo a los sectores políticos de ‘izquierda’; por el contrario, se da mayoritariamente en los de ‘derecha’. Sin embargo, resulta doloroso para quienes han creído en la honestidad de los ‘defensores’ de las clases y fracciones de clase dominadas verlos involucrados en tales desvergüenzas como es natural que lo hagan los sectores dominantes como parte de su forma de vida.

Un hecho interesante en este comportamiento cuasi delictual de la representación política de las clases y fracciones de clase (dominantes y dominadas) es la nula importancia que han dado a los principios morales o éticos, al extremo de no considerarlos en absoluto en el debate ocasionado con ocasión de tales prácticas. No existe principio moral o ético alguno que se respete. Hablar de moral o de ética es hablar de algo que pudo existir en un pasado tan remoto que ya nadie recuerda. Puesto que la corrupción no es un delito (es decir, no ha sido configurada como tal por ley alguna) poco o nada importa ser corrupto; por tanto, a pocos les preocupa que se cometan actos de corrupción. Sólo son considerados aquellos que pueden ser llevados a los tribunales de justicia bajo la acusación de haberse cometido un presunto delito.

Chile salió de una dictadura hace muy poco. Los eslóganes que repiten las organizaciones de Derechos Humanos acerca de un ‘Nunca más’ parecen haber sido escritos sobre el agua. La impunidad sigue vigente; numerosos agentes de la DINA y CNI siguen libres. De los casi 1500 desaparecidos sólo han sido encontrados poco menos de 200. Y la crueldad sigue viva en el alma de las clases dominantes, con la tolerancia de los medios de comunicación y de las autoridades. ¿Necesitamos recordar aquí el espantoso crimen del hijo del presidente de RN Carlos Larraín cuando atropelló y dejó desangrarse a un pobre campesino sobre una cerca de alambre de púas?[1]

El Parlamento no sólo ha mostrado el lado corrupto de muchos de sus integrantes: también ha evidenciado su poca o nula voluntad de resolver los problemas de las grandes mayorías. Un ejemplo basta para demostrar esta afirmación: las Superintendencias, reorganizadas bajo la dictadura, están impedidas de aplicar sanciones que no sean multas a los organismos que están bajo su supervigilancia. Algunas de ellas (como la de Bancos) son pagadas por las mismas instituciones que supervigilan. No existe intento alguno por parte de los legisladores de corregir esos vicios y dotar de facultades suficientes a esos institutos. Por el contrario: es el descaro de los parlamentarios lo que impera, la mayoría de ellos pícaros o truhanes. A propósito de la ley que permitirá la elección de los intendentes, Jorge Navarrete nos cuenta un hecho insólito ocurrido recientemente y protagonizado por un grupo de representantes de la Cámara de Diputados. Escuchémosle:

“Después de que inexplicablemente el Gobierno les había concedido la posibilidad de que pudieran postular a estas elecciones de representación popular —manteniendo los cargos que tienen en el Congreso—, cuestión que  afortunadamente fue rechazada en el Senado, ahora se les ocurrió negociar una ‘excepción constitucional’, por esta vez y sólo para la próxima elección, que les permita exclusivamente a ellos gozar de este sorprendente privilegio. Pero atentos a lo siguiente: ¡incluso volviendo a ejercer sus cargos de parlamentarios si es que fueran derrotados en la elección de intendentes! […] Estamos ante un severo problema cuando el principal enemigo de la política son algunos de sus más conspicuos protagonistas”[2].

Chile es un país en donde impera la ley del más fuerte; existen vecinos que se han tomado calles y parques infantiles sin que las Municipalidades u otro organismo público puedan recuperarlas para la comunidad, guerras entre pescadores porque nadie resuelve sus problemas de extracción de mariscos, en fin.

Las instituciones estatales tampoco funcionan; tampoco las promesas presidenciales ni de los ministros ni de los parlamentarios. Chile es un país que se caracteriza porque nadie cumple su palabra. Es grave la situación de la Presidenta quien, tras el escándalo en que se ha visto involucrada (caso Caval), ha dejado de funcionar como debe hacerlo todo Primer Mandatario. Las pocas veces que se la ve es porque asiste a simposiums internacionales, a inaugurar obras, a conversar con los niños en las escuelas o a reclamar que todos los que critican al Gobierno son ‘machistas’ empedernidos y que no la respetan porque es mujer. Este ‘vacío de poder’ es peligroso. La política es un campo en donde la inactividad de uno es suplida por la actividad del adversario. La torpe interpelación de la Sociedad de Fomento Fabril SOFOFA a través de un inserto en ‘El Mercurio’ y ‘La Tercera’ en donde urgen al Gobierno hacer respetar la Constitución en la región de Gualmapu (Araucanía) es un ejemplo de lo que puede resultar de la inactividad del Ejecutivo; del mismo modo, la respuesta (insolente, por cierto) del flamante nuevo presidente de las AFP Andrés Santa Cruz defendiendo el sistema de pensiones heredado de la dictadura, y las declaraciones del presidente del gremio de los transportistas de carga Sergio Pérez coincidiendo con las declaraciones de la SOFOFA. No es menos extraño el atentado en contra del presidente de la Corporación del Cobre CODELCO  Óscar Landarretche, cometido el día 13 del presente. Este clima enrarecido puede transformarse en un clima de subversión.

EL PANORAMA ELECTORAL

En estas condiciones, lo único que parece interesar, en el plano de la escena política nacional, son las próximas elecciones de 2017, paradojalmente, el único campo que poco o nada interesa a la comunidad nacional cuya abstención en las últimas elecciones municipales batió el record amenazando las futuras presidenciales y parlamentarias, hecho que, por lo demás, es necesario tener presente.

Hasta el momento, es posible que en ese campo eleccionario se presenten tres alternativas que serían:

  1. La de Nueva Mayoría o Concertación;
  2. La de Chile Vamos; y
  3. La del Frente Amplio.

Examinemos brevemente lo que podría ocurrir en esas alternativas.

La primera alternativa se encuentra dominada por las estadísticas que señalan como la mejor opción al senador independiente ligado al PR Alejandro Guillier. No se le ve futuro a la campaña de Ricardo Lagos; mucho menos a la de José Miguel Insulza. Sin embargo, en el sector de la Nueva Mayoría (ex Concertación) existen buenos manipuladores de opinión y grandes intereses que defender. No sería raro que Ricardo Lagos, un hombre a quien el empresariado adora, fuese elegido como candidato de los tres partidos más importantes que son el PPD, el PS y la DC en virtud de ‘movidas’ al interior de esas colectividades; de hecho, el sábado 14 del presente fue proclamado oficialmente por el partido que fundara, el partido Por la Democracia PPD. Si así ocurriera, la opción de Guillier se desvanecería como por encanto, pues no cuenta con el apoyo de los movimientos sociales aglutinados más bien en torno al Frente Amplio que aún no elige su candidato. El problema del Frente Amplio es que debe atraer a todos esos potenciales votantes que, en la elección municipal, se abstuvieron; y aquellos no son pocos. En esa situación, la competencia se le hará difícil pues los partidos organizados en torno a la Nueva Mayoría (‘izquierda’) y Chile Vamos (‘derecha’) ya han mostrado su potencial. La esperanza para el Frente Amplio es, repetimos, la colaboración de los que se abstienen.

Alejandro Guillier se encuentra atado al PRSD y a una serie de personajes que buscan nuclearse en torno suyo pero con discutible pasado: uno de ellos es Patricio Tombolini; otro, Aurora Williams, actual ministra de Minería. Incluso, personajes que han renegado de la ‘izquierda’ como Pepe Auth, figuran entre los adherentes a su candidatura; también diputados con negro pasado mapucista como Rodrigo González, ex intendente de Valparaíso o Tucapel Jiménez que, junto con Juan Pablo Letelier, Isabel Allende y otros, está siendo demandado por un grupo de abogados que exigen den cuenta de los dineros que llegaron de Europa para ser entregados a las víctimas de la dictadura. El refrán que dice ‘Dime con quién andas y te diré quién eres’ puede pasarle la cuenta al candidato, como asimismo sus declaraciones en torno a buscar acuerdos con la representación natural de los compradores de fuerza o capacidad de trabajo (‘Chile Vamos’). Si Guillier ha aceptado esos requiebros amorosos con ‘lastres políticos’ en tanto asegura su posición dentro del pacto ‘Nueva Mayoría’ y está dispuesto a librarse de ellos una vez se consolide aquella, bien; igualmente si las declaraciones de llegar a acuerdos con la ‘derecha’ han sido hechas sólo por cortesía. Si ello no es así, las cosas se complicarán de sobremanera para el candidato.

Hay un hecho, sin embargo, que puede empañar esa candidatura: Guillier no tiene, aparentemente, una lista de parlamentarios que lo va a acompañar. Si no la tiene (aparentemente) es porque verdaderamente no la tiene; también, porque la tiene y aquella no ha hecho pública su existencia. Si así ha sucedido, eso significa que alguien la confeccionó; ese alguien puede ser alguno o algunos de sus asesores o el propio PRSD. Se sabe que ya el PS trabaja afanosamente en confeccionar la suya, así como el PPD y la DC e, incluso, el Frente Amplio. La pregunta es: ¿cómo podría cumplir Alejandro Guillier con su programa si no cuenta con un Parlamento proclive a su gestión? Lo primero que hizo Michelle Bachelet una vez que aceptó ser la candidata de Nueva Mayoría en 2013 fue confeccionar esa lista con un slogan que decía ‘Un Parlamento para Michelle’, obteniendo más del 50% de los escaños que necesitaba para realizar las reformas, oportunidad que desperdició.

En torno a la candidatura de Sebastián Piñera, en representación del conglomerado Chile Vamos, hay posibilidades ciertas tanto que decline como que acepte ser candidato de esa coalición. Las dudas se dan en torno a los negocios hechos por una de sus empresas en Perú en tanto se debatía en la Corte Internacional de La Haya el diferendo marítimo con ese país en donde Chile perdió una parte considerable de su mar territorial. Informaciones procedentes de Perú señalan que, con posterioridad a ese hecho y luego de haberse asignado a Perú el mar territorial que Chile explotaba como suyo, la pesca de atún por parte de las empresas pesqueras peruanas se ha elevado ostensiblemente y se espera que en breve suba de 20 mil toneladas anuales a 36 mil. Según el ministro peruano de la Producción Bruno Giuffra:

«Ahora estamos aprovechando un mar donde antes no teníamos la oportunidad de pescar. Se debe reconocer el trabajo diplomático hecho y ahora tenemos los frutos con el esfuerzo del sector privado»[3].

La acción de Piñera ¿fue, desde el punto de vista ético/moral —ya que no es posible calificarla de ese modo desde el punto de vista penal—, una acción equiparable al delito de ‘traición a la Patria’ que sólo cometen los uniformados, de acuerdo con el Código de Justicia Militar? Este escenario se vería profundamente alterado si Piñera decide no participar en las elecciones porque las encuestas no dan como un candidato competitivo a Manuel José Ossandón.

Y en torno al Frente Amplio, hay aún mucho paño que cortar. No existe aún decisión de ese conglomerado acerca de numerosos temas y también se echan de menos debates relativos a las personas que podrían desempeñar determinadas funciones, entre ellas, la del propio candidato a la Presidencia de la República. Algunos movimientos sociales se han ido integrando a este referente y comienzan a figurar  nombres como los de la periodista Beatríz Sánchez, Gustavo Ruz, Cristián Cuevas (galardonado con el premio ‘Clotario Blest’ por el CODEHS), Luis Messina (de la organización ‘No + AFP’), Carlos Ruiz, en fin. A este grupo han adherido varias organizaciones políticas pequeñas entre ellas Poder Ciudadano, un grupo de Izquierda Ciudadana, el partido Humanista, en fin.

LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y SINDICALES

Tal vez el nulo resultado de las huelgas emprendidas durante el año pasado en donde los trabajadores recibieron, al término del conflicto, menos de lo que había sido la primera proposición de la empresa (SODIMAC y ANEF) y el dramático caso de los mineros encerrados en una mina de carbón de Curanilahue pueda dar una idea de lo que sucede con esas estructuras sociales. No hay ayuda del aparato estatal al desarrollo de las organizaciones sociales o sindicales si es que éstas no se subordinan a la línea política impuesta por el pacto Nueva Mayoría. La Central Unitaria de Trabajadores —y su más grande filial, la Asociación Nacional de Empleados Fiscales ANEF (creada por Clotario Blest), y el Colegio de Profesores— ha sido la más fiel expresión de esa subordinación del movimiento sindical al interés político del Estado. Los conflictos internos que conmueven a esas organizaciones dan cuenta de la magnitud de sus contradicciones. Paralelamente a ello, y paradojalmente, la incorporación de los trabajadores al mundo sindical creció, el año que recién termina, en un 20%, hecho que puede deberse a la irrupción del Movimiento ‘No + AFP’, detonante de nuevas protestas callejeras que, por una parte, eclipsó inicialmente a los movimientos estudiantiles de 2011 y contribuyó eficazmente al desarrollo del sindicalismo.

Una situación que tiende a agravarse es el conflicto con los pueblos originarios que tienden a agravarse como resistencia a las formas culturales que ha impuesto el modelo de economía social de mercado que todo lo mercantiliza. Unos pocos ejemplos pueden bastar: los empresarios desean desarrollar el turismo en la isla de Pascua instalando hoteles de lujo contra la voluntad de los pascuenses que solamente desean estar tranquilos en su tierra; lo mismo con los mapuches cuya reivindicación más sentida es la recuperación de sus tierras y la posibilidad de hablar su lengua de origen, el mapudungún. Inexplicablemente, existe un silencio de muerte acerca del verdadero conflicto que existe en Gualmapu (Araucanía) con las empresas forestales. Nadie, con la honrosa excepción del diputado Gabriel Boric, recuerda que los orígenes del conflicto están directamente relacionados con la compra que hizo la dictadura de sus tierras a los mapuches y su posterior concesión a las actuales empresas madereras. De acuerdo a lo expresado por Boric:

«La pelea por los territorios afecta a los territorios de Matte y Angelini  […] en la práctica, para darle una solución, hay que afectar los intereses de las familias más poderosas de Chile. Los intereses de estas familias, al tocarlos, afecta las relaciones que tienen con el vínculo político»[4].

DERECHOS HUMANOS

Sobre los derechos humanos, algo hemos explicado. Sin embargo, es grave que no exista acuerdo entre las organizaciones en cuanto a una serie de problemas que no se han resuelto y parece difícil que se resuelvan por la defensa corporativa que realizan los partidos y sus militantes del Gobierno. La generalidad de las organizaciones están controladas por militantes de partidos cuya única finalidad es poner la institución al servicio del Gobierno y no de sus integrantes. Por eso no hay solución al problema de los exonerados, de los ex presos políticos, de los familiares de los detenidos desaparecidos, de los familiares de los detenidos ejecutados, en fin. Por lo mismo, es difícil suponer que esas organizaciones van a pronunciarse sobre casos que ocurren en Chile y que son un tanto ajenos a sus objetivos; menos, aún, respecto de los casos que suceden en Latinoamérica como lo es el asesinato de Berta Cáceres. O lo que sucede con el pueblo Kitu Kara de Ecuador.

LAS ELECCIONES DE USA Y SU REPERCUSIÓN EN CHILE

En este escenario, se producen las elecciones de USA que, miradas desde un ángulo diferente, parecen inducir a estimar que la forma de acumular denominada ‘economía social de mercado’ camina con pasos apresurados hacia su completa y total abolición. Lo que sucede en USA no es una excepción a lo que ocurre en otras regiones del orbe; los cambios en la escena política europea también inducen a pensar lo mismo respecto de lo que sucede en el viejo continente. Hay molestias en todas las naciones ricas que ven desaparecer sus empresas; y molestias en la población que no tiene dónde trabajar pues si bien es cierto que, como consecuencia de ello se presenta una creciente cesantía, la solución que se ha pensado dar al problema (el sueldo ciudadano) no parece ser la más adecuada. No hay que olvidar que es el trabajo lo que une al ser humano con la comunidad y lo pone al día en los avances tecnológicos; no su aislamiento a través de proporcionarle una suma de dinero como podría suceder de aplicarse, pura y simplemente, la propuesta del  sueldo ciudadano.

Trump no ha sido electo por casualidad. Representa la molestia de la comunidad norteamericana que se ve privada de sus fuentes de trabajo y ve morir sus industrias; consecuentemente, a ciudades antes prósperas. Representa, por lo mismo, los intereses de la industria nacional, lo que Nikos Poulantzas, el malogrado teórico griego-francés, denominara ‘burguesía interna’. Las exigencias de terminar con el traslado de las industrias automotoras a México no se han formulado sino en esa dirección. USA se da el lujo de tener ciudades y pueblos fantasmas cuyas actividades industriales han terminado abruptamente, y hoy carecen de habitantes. Por lo mismo, Trump representa, en suma, al empresariado que ha sido marginado de su participación en el Bloque en el Poder de ese país y reclama su derecho a ejercerla.

Por lo mismo, nos parece que los cambios que puedan producirse en USA en torno a la aplicación de la forma de acumular actualmente vigente pueden alcanzar a otras latitudes, en nuestro caso, Chile[5]. Y es posible que se transforme en un verdadero regalo para quienes van a optar por dar la lucha en la escena política nacional pues cualquiera que sea el nuevo presidente, éste tendrá en sus manos la posibilidad de introducir reformas al sistema político de la mano a lo que hace el presidente de USA. En palabras más directas, la asunción de Trump puede constituir para Chile un retorno al industrialismo que bastante falta hace en el país e, incluso, una posibilidad de romper el fatalismo que implica estar realizando actividades vinculadas a unas ventajas comparativas definidas por la dictadura pinochetista. En este sentido, y a pesar del bochorno de la muñeca en la premiación de ASEXMA, en la escena política nacional y a propósito de las elecciones presidenciales a realizarse este año, no nos parece descabellado que la representación espuria de las clases dominadas intente llegar a acuerdos con esa organización y, en especial, con Roberto Fantuzzi, e, incluso, formar una alianza política con esos sectores.

No nos olvidemos, sin embargo, que las fuerzas conservadoras están vivas y, a pesar de no tener otra alternativa que ofrecer de cambios que no sea la perpetuación del sistema pinochetista, pueden malograr cualquier intento que se quiera realizar en relación a una profundización decidida e irreversible de las reformas que el país requiere.

CONCLUSIONES

La crisis se ha propagado por toda la sociedad. Personajes conocidos ya por sus dudosas reputaciones como Fulvio Rossi, Carlos Ominami, Carlos Larraín, Jovino Novoa, Ernesto Tironi, Enrique Correa, siguen siendo entrevistados por los medios de comunicación y continúan dando opiniones acerca de lo que es necesario hacer en y por este país. Incluso, un hombre de negocios bastante discutibles como Sebastián Piñera y otro que, si bien no los hace directamente, permite a la familia de su mujer hacer esos negocios con el Estado como Ricardo Lagos, se presentan impúdicamente en el carácter de candidatos por excelencia a la presidencia de la República. No hay límites para el abuso y la arbitrariedad. La absoluta carencia de principios éticos en las relaciones sociales nos hace exigir, hoy más que nunca, de nuestra organización un rol más activo en la vida del país. Creada en 1970 por Clotario Blest para defender los derechos humanos, amagados por la policía política del freísmo, tiene en la figura de su fundador una reserva ético/moral de proporciones que le permite alzar su voz ante la corrupción generalizada que amenaza minar los basamentos de nuestra sociedad. Y esa labor es urgente realizarla.

Santiago, enero de 2017

Notas:

[1] Cuando se realizaron las marchas de 2011, Carlos Larraín criticó a los jóvenes que reclamaban la gratuidad de la educación llamándolos ‘inútiles subversivos’.

[2] Navarrete, Jorge: “Saltando sobre el piano”, ‘La Tercera’, 15 de enero de 2017, pág.6.

[3] Vera, Ignacio: “Gobierno peruano: Se han pescado 1000 toneladas de atún en zona marítima ganada a Chile”, ‘El Mostrador’, 11 de enero de 2017.

[4] Redacción: “Boric: ‘Para solucionar conflicto mapuche hay que afectar intereses de Matte y Angelini’”, ‘El Mostrador’, 03 de enero de 2017.

[5] En este sentido, nos parece interesante la posición del economista norteamericano Vikram Mansharamani que considera esa posibilidad con el triunfo de Trump. Véase el artículo de Lorena Tasca: “Vikram Mansharamani, el experto en burbujas financieras que considera que la llegada de Trump al poder puede ser bueno para el mundo”, ‘El Líbero’, 10.01.17.

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