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¿Entienden ustedes algo de lo que pasa? Alicia en el País del Cambalache

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Desde hace más o menos un año que tengo la sensación de no entender nada de lo que pasa.  Y esta sensación es compartida por muchas personas alrededor mío. Es como si la realidad y los actores de la realidad se hubieran chiflado todos juntos y nos llevaran a vivir una pesadilla enloquecida, como la que vivía Alicia en el País de las Maravillas.
¿Se acuerdan de Alicia?
Alicia crecía y se achicaba y no sabía ni cómo ni cuándo ni por qué.
En su paseo por un mundo imaginario al seguir a un Conejo con un reloj, Alicia se encuentra con diversos personajes y situaciones.
Tenemos a la Reina de Corazones de la Baraja, copiada de alguna gobernanta de la época, que usaba a los pájaros flamencos como bates de croquet para darle a la pelota, mientras mandaba a descabezar a cualquiera que le molestara; mientras tanto un Huevo Loco, Humpty Dumpty, daba bote y buscaba refugio en las almenas del castillo, de donde caía estrepitosamente haciéndose añicos sin compostura posible, teniendo el destino de los huevos rotos, el ser convertido en tortilla.
Un Gato gordo, el Cheshire Cat, reía sobre un árbol, y al fin quedó solo la sonrisa suspendida en el aire, mientras un Conejo atrasado, Heraldo de la Reina, corría con un reloj despertador enorme a una eterna cita.
Una Morsa barrigona comía ostras, mientras las hacía bailar y pedía hablar de «cosas serias», de «coles y reyes y barcos con velas de cera», mientras otros celebraban un «no cumpleaños.»
Delirante, pero similar a la realidad de este minuto, donde las autoridades máximas del mundo juegan con los estados y las personas usándolas como carne de cañón para su propia diversión como la Reina con los Flamencos.
Las personas dan saltos y botes como Humpty Dumpty el Huevo loco, que se evade subido a una muralla, de donde cae y se destroza por su propia condición de debilidad e indefensión, ya que el dar botes no le sirvió de nada porque era naturalmente frágil y su destino era ser tortilla.
El Gato, cazador, oportunista y filósofo descomprometido, mira y se ríe de todo desde su perspectiva arbórea donde se cree a salvo y sin darse cuenta se diluye su cuerpo y solo queda el eco de su perspectiva como una sonrisa sin consistencia que sigue influyendo nominalmente sobre la escena.  Así como algunas instituciones judiciales en nuestra realidad confusa, que son evocadas como un hito, pero su corporeidad es debilitada por las acciones arbitrarias de todo el resto.
Y todo esto transcurre, mientras el Conejo, Heraldo de la Reina, fustiga al tiempo con su reloj, dando una sensación de stress, de que no hay tiempo para nada, de que el mundo se va a acabar si no llego a la cita a la hora.  Porque la Reina después de haber usado a todo el mundo, necesita un Heraldo fiel que le comunique al mundo que ella tiene la sartén por el mango.
La Morsa, que parece un gran comerciante o un banquero barrigón, se come a las ostritas,  Estados y Personas, a las que hace bailar una danza que las conduce directamente a su boca, mientras exige seriedad en la conversación insinuando temas, que son banales e inconexos y no muestran nada de lo que pasa realmente.
Y toda esta banalización disimula el hecho de que la Morsa se está morfando alegremente a quién hace bailar a su son.
Las celebraciones no están dirigidas a rememorar acontecimientos considerados significativos, como los Cumpleaños, sino a acontecimientos intrascendentes, los “No Cumpleaños”, las tonteras de las farándulas, las vicisitudes de los futbolistas, o las casas de los ricos y famosos.
Toda esta trama representa acciones reales en este mundo que se verifican ante nuestros ojos.  Estas acciones se producen en el mundo real, disfrazadas y adobadas por una invasión de información presentada en forma constantemente fragmentada y cambiante de los acontecimientos, como un caleidoscopio vertiginoso, que impide que el receptor se forme una idea cabal de que es lo que está sucediendo, generando un sentimiento de incomprensión de la realidad.
Invadidos por el vendaval de información, que junto con su abundancia nos llena de una percepción vertiginosa del tiempo, no hemos tenido capacidad para crear un sistema de asimilación y drenaje que nos permita metabolizar nuestras percepciones, para no envenenarnos con nuestros desechos tóxicos.
Y el envenenamiento mental al igual que el físico, produce deficiencia de pensamiento, desconcentración, perdida de la orientación y del sentido de la existencia.
Antes de este siglo XXI la información era fragmentada, pero era menor, y el cambio en su perspectiva era más lento, y eso le daba a la sociedad humana tiempo para configurar la realidad
Como ser, la Ética que conocíamos, no está hecha para estos grandes sistemas, la locura colectiva de 7500 millones de personas relacionadas cada una con 7500 millones menos una, da para enloquecer a cualquiera.
Hoy parece que todas las alcantarillas del mundo se hubieran abierto y estamos expuestos al unísono con todos los desechos fétidos de la humanidad, de nuestro propio país, y de nuestro círculo de conocidos, junto con la información hedionda y sin pies ni cabeza que recibimos por los medios, diarios, TV, Internet, de lo que está ocurriendo al instante, en vivo y en directo.
Y no hay metabolismo que pueda resistir una realidad construida de ese modo.
Una nunca sabe cómo va a amanecer la cosa, que nueva fosa con cadáveres se abrirá y mostrará matanzas realizadas por personas conocidas, o padres o tíos nuestros y del prójimo, compañeros de Universidad o por países conocidos y estimados, cuya historia pública ocultaba púdicamente sus fechorías.
Antes teníamos malos, conocidos y aceptados como tales, que cargaban con el peso de la historia.  Hoy, como la alcantarilla se está rebalsando, aparecen las maldades de los “buenos” de las películas, que son iguales a las de los “malos”. Y nos quedamos “plop” exigiendo una explicación, como en las viñetas de Condorito, producto de un dibujante chileno del siglo XX.
En este revoltijo tipo tango “Cambalache” se mezclan los estados cambiantes de creencias que tenemos acerca de las personas, de las instituciones, de las ideologías, de los estados, de las religiones, de los partidos políticos y de todos los hitos que nos daban cierta seguridad.
La consideración de las personas, zarandeadas por los medios de comunicación, cambia de un minuto a otro, igual que la verdad, que en tres minutos más puede ser una absoluta mentira, una puesta en escena ficcional.
Uno nunca sabe si los presidentes de los países manejan, no manejan, o si las instituciones funcionan para lo que fueron creadas, o cambiaron de giro en un minuto que no me di cuenta.
Así instituciones que se hicieron para auxiliar a los países terminan hundiéndolos.
Los Bancos impregnados por la usura, que hasta los años 80 del pasado siglo estaba prohibida en USA, que es el que lleva la voz cantante en esta locura, se dedica a jugar con el dinero convirtiendo el mundo en un casino.
Y lo más rentable de todo para los Bancos ha sido quebrar, porque los gobiernos con el dinero de todos rescatan a los jugadores bancarios, que siguen jugando. Y cuando no tienen dinero para rescatarlos, gentilmente solicitan préstamos a espaldas de la ciudadanía a un banco extranjero a unos intereses horrorosos compuestos y usurarios que tienen que pagar con los bienes del país, fondos marinos, icebergs, minas etc.
Entonces el país quiebra. En Grecia ya van 7 Aeropuertos en manos de los alemanes.
Los Imperios mundiales hacen cosas aberrantes, que no les quedan claras ni a ellos mismos, y juegan con la posibilidad de tirar bombas atómicas, y quizás están tirando algunas, con la misma soltura de cuerpo que un futbolista tira goles en un arco.
USA, técnicamente quebrado desde 1970, sigue gastando como lo que es, un país en guerra permanente. Desde el Capitolio tira anatemas y sanciones económicas contra el resto del mundo como si fuera Jehová en la Biblia, pero no espera que se las devuelvan.  ¿O si espera y eso es lo que quiere?
Hoy en la mañana leo un artículo de un norteamericano, experto en salud pero que también habla de otras cosas, diciendo que la «explosión de China fue una pequeña bomba atómica enviada por USA, para que los chinos no devaluaran su moneda ni vendieran los dólares que poseen en los mercados internacionales.»
Yo que soy economista de profesión, nunca vi en el catecismo del «modelo» en la Universidad, que cuando las cosas no le gustaban al Imperio, las resolvía a bombazos.  Pero esa era la cruda verdad histórica que no enseñaban los teóricos, que volaban en la irrealidad como si hubieran fumado marihuana.
En Brasil, Dilma está zarandeada por la oposición y los medios de comunicación. Lo mismo que han querido hacer en Venezuela y Argentina, y hasta ahora no ha resultado, pero lo hicieron en Paraguay, y parecido a lo que sucede en Chile.
Son como los Flamencos de alguna Reina de Corazones. Y nosotros, los Huevos locos, esperando que nos hagan tortillas los empleados de la Reina mientras el Conejo, Heraldo de la Reina, nos presiona con la velocidad del tiempo que pasa exigiendo metas, logros, acciones, realización personal etc
Corrupción de todos con todos, como una orgía monumental, muchos gritos y acusaciones, y una debilidad enorme en los sistemas Judiciales, que sonríen como el Cheshire Cat, y cuyo cuerpo legal se diluye en el aire, obedeciendo a la voluntad de la Reina de descabezar al que se le opone, como si derrocar presidentes fuera la solución de algo, desestibando todos los sistemas legales y precipitando los Estados a la debacle.
Porque una República, si quiere mantenerse en pie, tiene que esperar plazos para la reelección, no puede destruir sus propios plazos desautorizando sus propios códigos
Y en el mundo hay experiencia de quien se entrega a potencias mayores, pensando que los van a proteger y que es ventajoso, destruyendo su propia legislación, para encontrarse después quebrados y a merced de ser esclavizados
Todos estos procesos de corrupción, de inhumanidad, de falsedad, de cinismo, nos tienen estuporados.
¿Será este un tratamiento de Shock de aquellos que hablan los psicólogos?  Y en estado Post Traumático la población completa acepta cualquier cosa e inventa hitos y santos donde no hay porque es incapaz de asimilar la realidad perversa de estos hitos.
Así ahora a dos años de las elecciones presidenciales en Chile, desfilan varios personajes que se están candidateando como posibles futuros presidentes.
Un ex presidente en cuya administración se produjeron desfalcos monumentales, que en su tiempo, digo en SU tiempo de juventud denunció los entramados de las castas de poder que han gobernado Chile desde su Independencia. Ahora vuelve reciclado, fagocitado por esas castas y apelando al estupor y la mala memoria, como prócer del orden establecido, que es siempre el mismo
Otros, pertenecientes a partidos cuyo nombre involucra cristianismo y lo que es peor la confesionalidad del partido, que se opone a los proyectos modernizantes, haciéndose representantes de lo más retrógrado del Estado Vaticano de la I. Católica, que ya es harto decir y que a la hora de la verdad usan la palabra ”democracia” como un slogan porque le tienen un miedo horroroso a la participación popular.
O a la hija de nuestro difunto Presidente Socialista, muy hermética y de la cual poco se sabe, pero por lo que hoy leí en el Mostrador, muy cercana al mayor lobbista chileno, al caleidoscópico Correa. Y la verdad es que “dime con quién andas y te diré quién eres” es un viejo dicho muy sabio.
¿Qué hacer para sobrellevar esta temporada?  Si lo supiera ya me estarían dando el Nobel.
Pero tengo algunas sugerencias del Chef.
Me parece que lo mejor es mantener la buena memoria y hacerle caso.
El que era un tal por cual hace 20 o 40 años, no puede ser santo hoy, a lo más es peor.
El que se ha dado vuelta la chaqueta después de haber sido un fanático desenfrenado de alguna ideología, no es confiable.  Y los conversos de fanáticos o son vendidos y son capaces de vender a su mamá, o han devenido en fanáticos de un nuevo dios.
El que permitió robos espectaculares del erario público que quedaron sin sanción y sin devolver el dinero, tiene una deuda y por lo tanto está a merced de los acreedores y no puede salvar a nadie.
El que está anclado en alguna versión religiosa y la pone por sobre el interés público, no sirve, y el que tiene malas juntas…….pregúntenle a cualquier madre sobre el tema.
Y antes que nada, mantener algunos valores básicos en pie, tales como No mentir, No robar, No matar, no aceptar chismografía, no jorobar al prójimo y respetar las leyes de la República donde vives.
Y si no te gustan, participar por su cambio por los canales legales si es posible y no aceptar conspiraciones de mala leche.
Y ojo con la mala memoria.
21 de Agosto, 2015

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