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Globalización y desarrollo económico local

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Sabiendo que Chile es uno de los países con una de las economías más abiertas del mundo, resulta interesante ahondar en el significado que tiene tal apertura económica para el país, además de conocer los desafíos y beneficios que se obtienen, desde el punto de vista general en el país, así como también analizar particularmente el aporte al desarrollo económico local, con una mirada a la descentralización, y globalización que hoy en día son dos temas que están en pleno auge y reposicionamiento, tomando en cuenta lo que planteó Ther en año 2006 “la globalización se localiza y las localidades se globalizan”.
La globalización como cualquier fenómeno, tiene aspectos positivos y negativos, lo importante es potenciar los primeros, por sobre los segundos. Chile ha logrado un gran avance en términos de posicionamiento a nivel internacional, dichos resultados se reflejan claramente a nivel macro (macroeconomía), sin embargo no ha pasado lo mismo con lo micro (microeconomía), existe una distancia entre lo que pasa en el centro del país y en las regiones, la brecha de desigualdad es cada vez más marcada. No obstante, se dedicará solamente el presente párrafo para evidenciar lo negativo de la globalización, pues el foco que se quiere destacar aquí, es justamente lo contrario, el lado positivo, pero con la condición necesaria de vincularlo directamente desarrollo económico local.
Es preciso señalar que, existen varias modalidades de acuerdos internacionales, los cuales en su mayoría tienen su origen en la Convención de Viena del año 1969, instancia en que se fijaron las bases para garantizar el respeto y la aplicación íntegra del derecho internacional, entre otras leyes, con el fin de entablar cualquier tipo de convenio y/o acuerdo entre dos o más entes jurídicos de diferentes países, existiendo una preferencia por la relación entre Estados, independientemente que los acuerdos también se pueden dar entre dos o más instituciones. En concreto, se pueden realizar acuerdos bilaterales (entre dos países), multilaterales (entre varios países), que reflejan intereses comerciales, de complementariedad, de asociación, los que en su gran mayoría, se encuentran relacionados con aspectos económicos y/o políticos.
Sin embargo, también existen otros tipos de acuerdos interinstitucionales que incluyen vínculos sociales culturales, científicos, que se complementan con menos formalidad, pero con igual nivel de importancia. En consecuencia, aquí se quiere poner en evidencia la necesidad de generar estrategias para apoyar y acompañar acciones, destinadas al fomento de la internacionalización de regiones, provincias y ciudades, utilizando los instrumentos que ofrece la institucionalidad pública y privada, valorando diferentes tipos de articulaciones que se dan entre quienes tienen intereses comunes en un territorio en particular, tales instancias pueden ser de tipo gremial, académico, empresarial , cultural, etc., que tengan como común denominador ser atractivas para otros países.
En particular, es fundamental reconocer que existe una gran gama de diferencias territoriales, culturales y sociales en las regiones de todo el país, presentando generalmente una producción creciente de recursos naturales (agua, leche, maderas, celulosa y en general materia prima) con escasos niveles de valor agregado, para usos principalmente alimentarios (Yaitul, 2008), lo cual es característico de muchos países latinoamericanos. Por lo tanto, existe un desafío imperante, que consistente en dar pasos serios que, permitan aumentar el valor de los productos y/o servicios, para lo cual existen varios caminos, en este caso se sugiere la utilizar la cooperación internacional como aliada en la tarea de adquirir mayor conocimiento en materias de relaciones internacionales, siguiendo un poco, las tendencias que caracterizan hoy en día a la globalización, para no quedar en el intento y no terminar siendo unos meros exportadores de recursos naturales.
Para generar interés comercial, económico y cultural en los demás países se debe trabajar concienzudamente, estableciendo una oferta potencial de productos y/o servicios, colocando el foco en aumentar el valor agregado, como se mencionaba anteriormente, así como también en diversificar las empresas, permitiendo tener un reposicionamiento de la industria a nivel regional, provincial y comunal, que sirva efectivamente como una carta de presentación a los mercados internacionales, fomentando un ambiente de permanente colaboración y no de dependencia ni subordinación entre ningún país involucrado, procurando establecer prácticas que se acerquen a lo que hoy en día se le denomina “comercio justo”, es decir que todos los involucrados en una negociación puedan ganar.
Las propuestas que se plantean para internacionalizar las regiones, provincias y ciudades y propender a mejorar la capacidad exportadora de los territorios, son las siguientes:

  1. Utilizar la descentralización como una aliada, a la hora de mostrarse ante otros países: Para eso se necesita establecer una descentralización que le dé mayor autonomía a los niveles de decisión regional, provincial y comunal. En éste punto, también incide la valoración que tienen los países extranjeros de la diversidad económica y cultural existente en el país, caracterizándose por tener el privilegio de ostentar prácticamente todos los climas existentes en el mundo, lo que ofrece un activo que puede desarrollarse de mejor manera, cuando existe la posibilidad de adoptar criterios propios que puedan proyectar internacionalmente a un territorio en particular.
  2. Fomentar la asociatividad público-privada: Lo que se traduce en primer término, en conocer cuáles son las instituciones públicas y privadas que están dedicadas a acompañar y apoyar directamente las relaciones internacionales de la región, provincia y/o ciudad. Aquí juegan un rol muy importante las asociaciones gremiales de comercio, productivas, culturales, sociales y académicas, a la hora de establecer algún tipo de vínculo específico con otros países.   Se identifica, por otro lado, el Estado que tiene el rol de fomentar la asociatividad, por medio de instituciones tales como: ProChile, Unidad de Regional de Asuntos Internacionales (URAI), Servicio de Aduanas, Servicio Nacional de Turismo (SERNATUR) entre otras.
  3. Especialización sectorial de la economía: Para comenzar a generar una imagen clara de cuál es la vocación productiva (lecheras, mineras, pesqueras, artesanas, vinícolas, culinarias, etc.) de una región, provincia y/o ciudad es bueno hacer un diagnóstico socio-productivo, que dé cuenta de cuáles son los productos y/o servicios que se presentan en un territorio, que se dan de manera natural, y generalmente aprovechando las características endógenas del mismo, con el claro objetivo de presentar una oferta definida a la hora de sentarse a negociar con los demás países.
  4. Conocer cuáles son los países que demandan lo que se tiene como productos y/o servicios: Es decir realizar estudios de mercado, para conocer qué países son los posibles demandantes de los productos y/o servicios que tiene cada región, provincia o ciudad. Esto ayudaría a generar una estrategia más precisa y dirigida, evitando costos innecesarios, apuntando desde un comienzo, a adaptarse a las reales y probadas necesidades que tienen los países demandantes.
  5. Generar un contacto permanente entre el Estado y la academia: Para evitarse diagnósticos que, muchas veces terminan por ser demasiado costoso, es posible instaurar un vínculo permanente entre la academia y el Estado, ambos entes colaborando con la elaboración de políticas públicas que ayuden y/o acompañen los procesos de internacionalización.  Por otra parte, las instituciones educacionales en todos sus niveles, deben estar preparadas para brindar una educación centrada en la descentralización y conceptos de la internacionalización de su territorio.
  6. Incentivar la creación de centros de estudios regionales y locales: Para lo cual, se deben generar instancias de investigación, considerando materias que tengan como foco fundamental, estudiar fenómenos científicos, económicos y sociales que afectan directamente a lo local, rescatando aspectos pragmáticos que le den un valor palpable y aplicable a lo estudiado.
  7. Fortalecer la educación técnico profesional con carácter internacional: Se refiere a adecuar contenidos de asignaturas a las necesidades locales del territorio donde habitan, especialmente en establecimientos educacionales de carácter Técnico Profesional, pues se consideran involucrados directamente con la competencia y productividad de un país, aportando con una mano de obra cada vez mejor calificada que, consecuentemente le da mayor valor agregado a los productos y/o servicios que nacen en a una localidad.
  1. Fomentar la innovación y diversificación las matrices productivas: Para innovar y diversificar, es fundamental plantear nuevas alternativas productivas, que tengan como objetivo mejorar el desarrollo económico local en los territorios. Sin bien es cierto, en el punto número tres, se recomienda en primera instancia, propiciar una vocación sectorizada, una vez que se conoce el rubro, es necesario comenzar a pensar en ampliar las alternativas de producción. Dependiendo el grado de desarrollo de un territorio también es posible exportar servicios, relacionados con temáticas culturales, culinarios, turísticos u otros que puedan inclusive complementar los productos ofrecidos, para mostrar al mundo lo que se tiene como oferta país.
  2. Crear oficinas para asesorar micro y pequeñas empresas en materias de exportación: Las principales ventajas que tienen las grandes empresas, están dadas por el acceso a información y asesoría especializada en el negocio que desarrollan en sus diferentes materias. Sin embargo, la creación de oficinas especializadas en micro y pequeñas con profesionales competentes en conocimientos en materia de exportación, serviría para disminuir la brecha de información relacionada con conceptos especialmente relacionados con gestión. Esto puede resultar importante como acompañamiento, aunque sea en los primeros años de la puesta en marcha de un negocio.
  3. Promover emprendedores mentores en materias de exportación: Muchos de los aprendizajes que tienen los emprendedores, los obtienen mirando a otros, en el marketing esto se le denomina benchmarking (aprender de las demás empresas). Aquí se requiere rescatar, el valor intrínseco que tienen los que ya han emprendido en materia de exportación, pudiendo servir de guías en el camino del emprendimiento de otros, adaptando un verdadero sistema de transferencia de información, que validaría la capacidad técnica y humana de los empresarios, entregándoles un estatus especial a los mismos mentores y a los emprendedores aprendices.
  4. Fomentar la economía local con un criterio sustentable. No es casualidad que se hable de sustentabilidad por éstos días, pues es un tema recurrente en seminarios, congresos y simposios de diversa índole, donde se plantea la clásica triple hélice que contempla sustentabilidad, sociedad y economía, agregando el factor de la sociedad civil que muchos autores actuales han incluido, configurando entonces, una cuádruple hélice que viene para quedarse. En términos simples, se trata de adaptar estrategias que tengan como sello, la responsabilidad de que cualquier medida que se tome en materia económica, debe considerar el entorno donde se desenvuelve, lo cual serviría para mostrarle a otros países interesados en tener relaciones con Chile, que acá se garantizan criterios de sustentabilidad basados en estándares internacionales, que le dan seriedad a cualquier tipo de vínculo que se quiera realizar.
  5. Fortalecer los lazos con países que ya tiene una buena relación: Si se analiza a Chile respecto a la cercanía con los países limítrofes como son Argentina, Perú y Bolivia, constituyen una lazo natural que, cada región del país por sus características diferenciadoras en cuanto a producción y/o servicios, debe conocer en detalle los tipos de acuerdos económicos, comerciales y/o culturales que se tienen, para utilizarlos favorablemente en las diferentes materias que versan.

Todas las propuestas realizadas en materia de internacionalización y globalización de las regiones, provincias y ciudades, deben ser gestionadas con un foco trascendente, que mire más allá de una simple estrategia, un gobierno, un período pasajero. Debe centrarse en el desarrollo económico responsable, con una mirada sustentable, que posicione a Chile a nivel mundial, más que por ser el país abierto económicamente, sino que un país que conozca los límites del crecimiento, y sepa establecer relaciones económicas, culturales y sociales con los demás estados, procurando una colaboración clara y equilibrada que beneficie a todos los que entes involucrados, para predicar con los hechos y no solamente con discursos o palabras.
El autor, Guido Asencio Gallardo, es Académico e Investigador Universidad de Los Lagos y Miembro Núcleo Desafíos Regionalesy Miembro del Consejo Asesor Socio-Productivo

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