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¿Dónde comenzar a arreglar este desmadre?

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Hay veces en la vida de los individuos, en que se hace complicado saber qué camino seguir, y esto es válido en la vida de las comunidades humanas, que viven en escenarios no solo físicos, sino también de creencias compartidas que dan sustento a la vida diaria y permite tomar decisiones.
Mientras más pequeño y aislado el país, más homogéneas son estas creencias y también la interpretación de la realidad. Y esta relativa simplicidad permite tomar decisiones más unánimes para enfrentar los desastres.
Antiguamente al que robaba le cortaban la mano. Era una solución rápida y efectiva y todos estaban de acuerdo. Al que mentía, la lengua. Al que violaba, lo castraban.
Pero como todo sucedía a ojos vista, sabían que lo que pasaba era lo que estaban viendo.
La cosa se ha complicado a niveles casi insoportables para los individuos y las sociedades que ya no entendemos ni siquiera lo que vemos, porque tenemos creencias diferentes que nos hacen descifrar la realidad desde puntos de vista muy diversos y sacar conclusiones muy diferentes.
Tenemos además de la conversación directa con las personas, periódicos que nos dan las noticias ya interpretadas por otros, y no solamente con el fin de informar, sino con el fin de provocar en nosotros una reacción que nos induzca a una acción. Y estas noticias pueden ser verdaderas o un montaje falso de la realidad.
Además existe Internet y ahora las sociedades están todas en contacto, indios amazónicos con esquimales, nativos australianos con tiroleses, monjas católicas con mafiosos etc. Creando un poutpurri de opiniones digno del tango Cambalache de Santos Discepolo que ya en los años 30 del pasado siglo sacó conclusiones proféticas de hacia dónde nos llevaba esta confusión.
Pero lo que ha llevado el asunto al paroxismo, son las Redes Sociales, los grupos de personas adictas a la comunicación permanente y simplificada tipo: Tai bien? Hmmmmm..Ket psa weon? Toy cgao.
Esta comunicación no permite matices, pero traspasa emociones y como esos viejos juegos de salón donde se trasmitía una noticia rapidito de oreja a oreja para ver como llegaba al otro lado de la mesa, la noticia llega totalmente cambiada y viralmente puede transformar un estornudo en un terremoto y es generalmente intrascendente, hasta que algún vivo agarra la red y le inyecta algún concepto corrosivo que se hace viral y puede producir realmente un terremoto emocional o político.
La capacidad de procesar información de nosotros, las personas, está todavía más cerca del Paleolítico que de la utopía de un cerebro común para la Humanidad. Y así caemos en confusión cuando nuestras creencias colapsan producto de la realidad o irrealidad que nos informan los medios, y todo esto junto con el clima cada vez más diferente a lo que conocíamos, en un país angosto y tsunámico, tembloroso y volcánico, digamos un país” acontecido”.
Y hay épocas como la que estamos viviendo, en que por casualidad alguien tira un hilito que vio que colgaba donde no debía, y todo el teatro se vino abajo, con butacas, telón, decorados y personas. Y comenzamos a tener una rabia terrible porque al caerse el decorado quedó a la vista otro estrato de la realidad que no sabíamos, o no queríamos saber que existía. Y nuestras certezas se fueron con el viento. Y en esa rabia terrible volvemos a añorar la comunidad simple y exigimos cortes de cabeza.
Entonces aparece la figura del “chivo expiatorio” que es el que carga con toda la frustración de la comunidad. En nuestra simpleza mental necesitamos que alguien tome el papel del malo para hacerlo picadillo.
Y recién estamos en eso, y es una etapa que hay que pasar, para poder recién comenzar a reconstruir, pero antes hay algunos pasos simples que tenemos que seguir.
Primero tenemos que enfrentar que el mito que teníamos sobre nosotros mismos y nuestro país, estaba equivocado. Somos mucho más iguales al resto del mundo en afán de poder y de dinero, somos mucho más crédulos y giles de lo que nos gustaría, somos mucho menos responsables de nosotros mismos y de nuestra sociedad, somos solidarios en forma de brote espontáneo pero no hemos sido capaces de crear una sociedad cooperativa, respetuosa de los bienes comunes. Y somos mandados a hacer para echarle la culpa a otro.
Queremos hacernos ricos con una pasada donde usamos resquicios en la información que escuchamos por casualidad, el dato en las carreras, la información sobre la mina que dio el arriero, o el soplo de la venta de una empresa accionaria. En otras palabras ni investigamos ni creamos nada. Ni siquiera cuando creamos sistemas que se transforman en leyes que nos regirán la vida por muchos años, porque los legisladores son tan rascas como el resto.
Lo importante es qué vamos a hacer con la evidencia que quedó en exposición, como nos vamos a organizar para hacer un buen diagnóstico, que es la mitad del proceso de sanación.
Como ser, este proceso de sanación debe tomar en cuenta que este espíritu cooperativo que tenemos que desarrollar, necesitamos aprenderlo y reforzarlo en nuestro hogar, en nuestro barrio. No cae por inspiración divina, y tendremos que ver como introducirlo en nuestra educación, tan preocupada por el lucro, y tan poco por el contenido humano de lo que se enseña.
Porque la vida que vive cada uno, en la pequeña sociedad que nos tocó vivir, sigue; y Penta o no Penta, tenemos que hacer las declaraciones de impuestos, mandar a los niños al Colegio, lidiar con el paso del tiempo, toparnos con nuestros vecinos, afiliarnos a la Junta de Vecinos para ver qué hacemos con la basura que botan las personas (un buen tema), como nos organizamos para tener limpias las alcantarillas y que no nos inundemos si es que llueve 5 mm más de lo convencional, como le hacemos para que la Escuela del barrio tenga los baños limpios o la comunidad se proteja de la venta de droga a los niños y adolescentes y todas esas pequeñas tareas que son nuestra responsabilidad en nuestra pequeña comunidad de vecinos y que no podemos delegar ni en las municipalidades, ni en el Congreso ni en la Presidenta, y que son las que nos ayudan a tener una vida más grata y más cooperativa, con o sin Internet, con o sin 4×4.
Y dándole un poco vueltas al tema nos percatamos que la organización de la vida comunal tiene que partir por la base que es el hogar. Por la organización de las responsabilidades en el seno de la familia, lo que es obvio pero no fácil. Que todos trabajen y sean responsables de la mantención, limpieza y alimentación del hogar. Hombres y mujeres de todas las edades. Que ningún hijo con ínfulas de prócer tire los calcetines al suelo, y la toalla a la lámpara, ensucie el baño y se niegue a limpiarlo, o no considere digno sacar la basura o lavar los platos y cocinar. Que nadie sea sátrapa o esclavo dentro de las paredes del hogar.
Y ese acto de conciencia en el hogar si es colectivo y creativo, puede mejorar mucho nuestro concepto de la cooperación y el respeto en nuestra vida día a día. Porque la calidad de un edificio depende tanto de la calidad del ladrillo y de la calidad del concreto que se usa para la viga, como del cálculo de resistencia y de los planos de construcción.
Y lo más que uno puede hacer, dada su limitada influencia, es tratar de construir sus sueños en su hogar, para no caer en aquello de Candil de la Calle.
Difícil ¿Ah? ¿Qué tal hacerle empeño?
Abril 2015

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4 Comentarios

  1. José Maria Vega Fernandez

    El asunto es viejo. Empezó en el hogar de Eva y Adán.
    Ahora está muy complicado porque somos muchos los descendientes.
    Y no hemos creado centros de educación que prosigan con eficiencia la formación individual de los cada ejemplar humano, una vez que sale de su casa para iniciar el largo camino que lleva a otro nuevo…o a lago diferente y mas creativo.
    Cuando hce 50 años algunos locos visionarios opinaban que la familia no sería el núcleo de la sociedad en pocos años más, uno, que partió de uno que resultó «normal», se oponía con escepticismo.
    Y suele no ser fácil forma un hogar, cuando los factores que presionan para formarlo no nos son claros, todavía.
    Que la mochila escolar se debe botada en piso de la sala para que la «empleada» lo termine de ubicar en posición «final y correcta», es para el niño un acto de aprovechamiento de su energía.
    Nunca considera que se la está robando a otro. Para ello le pagan. Está aprendiendo a valorar más los proyectos que tiene en su cabeza.
    Puras fantasías de niño rico y mal criado!
    ..Hoy no es antes.
    De algunos díscolos niños-adolescentes de hoy y de mañana, saldrán quienes vivan en subsuelos de algún asteroide rocoso, o luna con atmósfera no muy amigable, o estaciónes orbitales lejanas. Donde la leña, el ladrillo visto y el calor de hogar estarán ausentes….hasta que encontremos un planeta como la tierra, donde volver a formar «hogares» como antaño… Si no hay mutaciones en las especies vivas, como las hubo al salir del mar, que den a la conciencia humana nuevas estructuras de soporte.
    Si el momento que vivimos es especial, creo que se debe a cosas nuevas, no novedosas.
    Eso sí, si queda tierra para los que estemos en ella, «la historia vuelve a repetirse».
    Como lo dice otro tango.

  2. Mario Céspedes

    Señora Olga, usted tiene razón! Pero solo la mitad de la razón.
    Esto de que la puesta en orden debe empezar por el interior de la casa, es decir por el interior de nosotros mismos, es exactamente así.
    Aquéllos que estafan y que roban a otros ….es difícil pensar que en su casa sean honrados y solidarios, que no exploten a nadie y que piensen en los otros y no solo en ellos mismos : platos, basura, orden, cocina, etc. incluidos.
    Por qué la mitad de la razón ? Por la misma razón que los hombres inventaron la política. Porque no basta ser solidario y honesto en su grupo familiar. Hay que ser capaz de pensar
    en todos cuando se dice « nosotros » y no solo en mi esposa/o y en mis hijos.
    Si se insiste mucho en la importancia del orden intrafamiliar para lograr el orden social entonces se da la impresion que los trabajadores-consumidores, que somos el 99% de la poblacion, somos los responsables del « desmadre » como dice usted.
    Esto no es justo porque no son los trabajadores los que fijan sus salarios ni los consumidores quienes fijan los precios. Y aunque las empresas no podrían existir si no tuvieran trabajadores ni consumidores, estos dos grupos NO estan, representados en el consejo de administración de las empresas.
    Esto es lo que produce el extraño juego que consiste a llamar a votar para elegir al Presidente y a los diputados pero quienes toman luego las grandes decisiones son los empresarios. El gobierno tiene entonces solo dos posibilidades :
    1.- Defender al pueblo que lo eligió …y exponerse a algo que pasó en Chile en 1973.
    2.- Ponerse de parte de los empresarios para ver si deciden lo que se necesita….y exponerse a que quienes votaron por él/ella tengan la impresión que no fue eso lo que dijo antes de las elecciones, lo que tiene un nombre menos decoroso.
    Verdaderamente usted cree que si todos nos portáramos solidaria y honestamente dentro de la casa todo tendería a arreglarse aunque los empresarios (1%) siguieran sacando su tajada entre lo que le pagan al que sembró y regó la papa, para vivir, y lo que le cobran al que
    necesita la papa para alimentarse él/ella y su familia, para vivir?
    Bueno, el optimismo siempre es positivo y lo ultimo que se debe perder es la esperanza.
    Don José María Vega Fernandez habla del hogar de Adan y Eva. Eso me plantea dos problemas que me preocupan :
    a) Si Adan era el único hombre y Eva la única mujer que existían, entonces estuvieron obligados a casarse. Pero la ley dice que todo matrimonio obligado no es válido. Somos entonces todos descendientes ilegítimos ?
    b) Después de Adan y Eva los únicos hombres y mujeres que existían eran sus hijos e hijas. Es decir que los hermanos se « casaron » con sus hermanas para dar origen a toda la humanidad. Conclusión : No solo somos todos ilegítimos sino además incestuosos. Preocupante, no ? Eso no es sin consecuencias !
    Como usted ve, el « desorden » empezó hace mucho !

  3. José Maria Vega Fernandez

    ·….·»Entonces aparece la figura del “chivo expiatorio” que es el que carga
    con toda la frustración de la comunidad. En nuestra simpleza mental
    necesitamos que alguien tome el papel del malo para hacerlo picadillo.»….
    Y agregaría: …o el papel de bueno, para crucificarlo y luego tener a quien rogarle milagros.
    He aquí que esta vez …»vendrá como un ladrón en la noche»…..y no creo que haya alguien lo suficientemente despierto como para que pegue el grito y dé el aviso.
    Me parece que el nuevo cristo es más inteligente que piadoso.
    Con las dos inteligencias.
    Y vive dentro de cada cual.

  4. olga larrazabal

    Estimados: Por supuesto que no tengo la razón, ni la solución.Si la tuviera, estaría dando conferencias en la ONU. Y es obvio que las causas no son lineales y que a veces los padres nos matamos tratando de trasmitir algún valor a nuestros hijos, pero si la TV o el «aire de los tiempos» no nos respalda, estamos fritos. O que a veces el «aire de los tiempos» en forma de propaganda religiosa o gubernamental use nuestros valores para oprimirnos; ¡si no lo sabremos bien las mujeres! Ese es el problema, que no sabemos por donde comenzar. Y todas las soluciones que se dan, a nivel institucional, implican la voluntad de los mismos políticos venales que estamos criticando. ¿ Mandamos 50 diputados y senadores para su casa por venales y mentirosos? Si, pero también al director de imptos Internos, y a su Jefe el Ministro de Hacienda,, y así sucesivamente. Y a los presidentes de los partidos que se ponen de acuerdo para perdonarse mutuamente? ¿Y como lo hacemos, nosotros los de a pié? Y mientras lo hacemos nadie cuida la casa y a mi me han robado 4 veces….Y tengo que hacer la declaración de impuestos porque el año pasado me la rectificaron, y casi me matan del susto, por una tontera, y mientras asustan a una vieja «pobrete», otros evaden como locos presentando balances más falsos que Judas.
    No nos queda más remedio a veces, que hacer una revolución entre cacerolas, entre escobillones, y detergentes, para que el gustito por la explotación del otro no comience en casa usando a la madre como trapero, o a la hermana o a la abuela como empleada sin sueldo.
    Saludos cordiales,

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