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¡Asamblea Constituyente ahora! Antes de que sea demasiado tarde

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La historia demuestra que las crisis de dominación oligárquica no sólo terminan con la extinción de un sistema obsolescente de partidos políticos, sino también con la aparición de personajes audaces, aún más corruptos que los políticos de la antigua plutocracia. Veamos, por ejemplo, el caso italiano: el último dirigente en aceptar la debacle de los partidos históricos – Democracia Cristiana y Partido Comunista – fue Benedetto Craxi, corrupto líder del Partido Socialista Italiano; por desgracia, los socialdemócratas, convertidos en pilares de la democracia bancaria, se han convertido en protagonistas del derrumbe de los sistemas políticos, así, la crisis italiana terminó con el triunfo de Silvio Berlusconi, un millonario todopoderoso, sinvergüenza, proxeneta y ladrón que, aún actualmente, puede burlar la justicia con facilidad y convertirse en un hombre decisivo de la política de ese país – es de esperar que Chile no siga el camino de Italia -.
En la década de los años 20, la crisis de dominación oligárquica siguió otro camino: Arturo Alessandri, que había despertado el entusiasmo popular acusando a la oligarquía de entonces y nominándolas como “la canalla dorada”, terminó en manos de la “execrable camarilla”, que eran tan ladrones y corruptos como los políticos actuales – incluso, hubo un personaje que tuvo el descaro de robarse el dinero destinado a los albergados de la catástrofe de la crisis del salitre -. Antes del famoso “ruido de sables, en septiembre de 1924, la oligarquía civil había preparado un golpe de Estado contra Alessandri, pero fueron los militares quienes, finalmente, cerraron el Congreso y enviaron a Arturo Alessandri a “visitar” a Mussolini. En 1925, la lógica salida de la crisis de dominación oligárquica era el llamado a una Asamblea Constituyente, pero el demoledor y demagogo Alessandri se las arregló para imponer una Constitución redactada, en su totalidad, por José Maza y Alessandri, posteriormente, sometiéndola a un plebiscito, a todas luces fraudulento – en este sentido, la Constitución de 1925 es tan ilegítima en su origen como la de 1980, que nos rige actualmente -.
El sistema político venezolano, después del derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez, en 1958, estaba constituido por dos grandes partidos, de carácter internacional, Acción Democrática y COPEI, ambos representantes de la internacional socialdemócrata y democratacristiano respectivamente, pero la corrupción fue minando los cimientos de la democracia de Venezuela hasta tal punto que en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, del partido ADECO, como consecuencia de la aplicación de políticas neoliberales, se produjo “la matanza del caracazo”, y de ahí en adelante se fue radicalizando el derrumbe del sistema de partidos políticos y el advenimiento de Hugo Chávez y el fin del duopolio histórico COPEI-ADECO.
Por mi parte, no creo ni en la reencarnación, ni en el perpetuo retorno – ideas clásicas y nietzscheanas interesantes, pero no comprobables -, pues la historia no usa papel de calcos, en consecuencia, cada proceso de fondo es único y original, sin embargo, hay elementos del pasado que nos permite orientarnos para entender, en el caso chileno, la crisis de legitimidad del sistema político, por ejemplo, el desprestigio de la casta política es muy similar al que ocurre en diversos partidos políticos a través del mundo, por ejemplo, en Brasil, el Partido de los Trabajadores, en el gobierno durante casi cuatro períodos, se está derrumbando a causa de la corrupción – la Presidenta tiene apenas un 10% de apoyo popular -; en Francia, el Partido Socialista ha sido reducido a la tercera fuerza, y las disputas políticas ocurren entre las dos derechas, la gaullista y la nacionalista, de Marine Le Pen. En este sentido, la crisis chilena puede asimilarse al esquema italiano: una debacle de los partidos políticos históricos.
Otro elemento en que la historia nos puede iluminar para entender la actual crisis de legitimidad surge del sistema político mismo: tenemos una monarquía presidencial con poderes tan absolutos, que basta con que la figura del “rey” o de “la reina” sea puesta en cuestión, para que ponga en jaque todo el sistema político – esta es la verdadera importancia del caso Caval en la crisis de legitimidad y, como decía un historiador, “antes creíamos en una persona, ahora no creemos en nadie”-.
Estamos asistiendo al momento clave del colapso del sistema política y, como siempre ocurre, las élites en el poder son incapaces de reaccionar, pues están demasiado comprometidas con la corrupción, pero la crisis también se convierten en una oportunidad para salir adelante, mediante dos condiciones: la primera, declarar obsoleta la monarquía electiva y el sistema corrupto plutocrático y, la segunda, que la Presidenta Michelle Bachelet tome la iniciativa de convocar a un plebiscito nacional, en que el pueblo decida si llamar o no a una Asamblea Constituyente, que no sólo se limite a redactar una Carta Magna, sino que también marque el inicio de la fundación de la república – en Chile sólo existió desde 1958 hasta 1973 -.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
01/04/2015

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1 Comentario

  1. John Anderson

    LAS RATAS DE LA POLÍTICA CHILENA.
    Ya no quedan gatos en Chile. Las ratas los superaron.
    ¿Ahora que han sido descubiertos, aparecen este nuevo tipo
    de FALSOS ERUDITOS ESTADISTAS trayendo la solución y la salvación al pueblo
    chileno?
    Y el caso es que, los mismos corruptos de siempre, pretenden
    hacernos creer que solamente ellos conocen la fórmula para dirigir una ASAMBLEA
    CONSTITUYENTE y los términos de una nueva y mejor CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
    CHILE. ¿Abrase visto tal descaro?
    Es ver a FERNANDO KARADIMA escribiendo el “Manual Anti
    Pedófilos y Abusos Sexuales”…
    El caso (Caval/Dávalos/Compagnon/Luksic), no fue un negocio
    entre privados.
    Fue una maquinación (un contubernio) para lucrar con la
    ignorancia, ingenuidad y candidez, de todos los chilenos.
    El Banco de Chile usa a las personas, pero, también las
    discrimina.
    La especulación inmobiliaria con los terrenos en Machalí,
    expele la hediondez de los conjurados para el “negocio del siglo” (Banco
    Chile/Caval)
    Por su parte, el caso Penta/SQM, son notas del mismo pentagrama
    de la música que a diario escuchan los chilenos (especialmente cuando se trata
    de los que se dicen “PENTAcostales”, según Coco Legrand).
    Es repugnante (y hasta nauseabundo) lo que estos individuos
    son capaces de urdir para conseguir dinero.
    En épocas anteriores, los responsables de estos casos
    habrían sido azotados en la Plaza Pública, a la vista de todos los ciudadanos,
    como escarmiento popular.
    Hoy, en Chile, estos mismos involucrados, se ríen y se
    benefician de la impunidad que la “monarquía política chilena” (representante
    de todos los ciudadanos) permite para avivar y sostener la corrupción
    generalizada de esta “falsa nobleza”.
    En el mundo animal, las “ratas” no tienen sentimientos que
    las vinculen emocionalmente unas a otras; sólo las une el instinto animal.
    Pero, la sabia naturaleza les ha enseñado a reconocerse como integrantes de una
    misma especie, por lo cual se aglutinan para protegerse (y aprovecharse) del
    medio que las rodea, en pos de la sobrevivencia.
    No obstante, están dispuestas a comerse entre ellas, si la
    ocasión lo amerita, con tal de conseguir sus fines individuales.
    En el mundo político, si observamos con mayor atención
    alrededor nuestro, descubriremos la enorme cantidad de “ratas” que hoy en día
    corroen las bases mismas de los valores y principios de la cultura de la
    nación.
    La conclusión generalizada en la mente de los chilenos es: LOS
    POLÍTICOS SON TODOS IGUALES.
    Ya sea que estén vigentes, activos, o que hayan prestado
    servicios a la nación, TODOS LOS POLÍTICOS SON CORTADOS CON LA MISMA TIJERA.
    ¡TODOS LOS POLÍTICOS SON MOSCAS QUE COMEN DEL MISMO
    EXCREMENTO!
    TODOS LOS POLÍTICOS son una colusión de mentes retorcidas,
    concertadas para alimentar su insaciable apetito, atiborrado de ambición y
    codicia.
    TODOS LOS POLÍTICOS tienen sus mentes transformadas por
    almas enfermas de Injusticia, deslealtad, corrupción, deshonor y suciedad
    moral.
    TODOS LOS POLÍTICOS tienen objetivos mezquinos, avaros y
    miserables, aunque se autocalifiquen como los mejores “eruditos estadistas”.
    (Especialmente aquellos que pasaron la prueba porque nadie los pilló en sus
    fechorías “Infraganti”)
    ¿Alguna diferencia con aquellos que hacen negocios
    “turbios»?
    ¡NINGUNA!
    TODOS LOS POLÍTICOS están dispuestos a todo, con tal de
    lucrar, lucrar y lucrar.
    ¿Acaso alguien tiene alguna dudad sobre la limpieza de sus
    “negocios” o de sus “ingresos”?
    Investiguemos a fondo y llegaremos a la sorprendente
    realidad de una conexión directa con la mafia, el cartel de la droga y el
    proxenetismo internacional, por nombrar solo a algunos.
    No existen negocios limpios, cuando son tratados en la
    oscuridad de las manipulaciones secretas.
    Esta es la razón por la que no existen leyes que sancionen
    con dureza este tipo de transacciones “tramposas” en nuestro país.
    Si los políticos dictaran leyes al respecto, sería lo mismo
    que cometer suicidio, porque ellos, LOS POLÍTICOS, son parte del mismo
    excremento que deberían limpiar.
    Nadie le pone el cascabel al gato,… simplemente porque ¡EL
    GATO NO EXISTE!
    TODOS LOS POLÍTICOS son las mismas “ratas” que ofician de
    JUEZ y PARTE, al mismo tiempo, y en todo lugar.
    TODOS LOS POLÍTICOS TIEMBLAN al llamado de una ASAMBLEA
    CONSTITUYENTE, porque el pueblo usará la GUILLOTINA en ellos, y perderán la
    teta que tanto les interesa mantener.
    ¡CUIDADO CHILENOS!… Es hora de actuar y de no dejarse
    embaucar por este tipo de FALSOS ERUDITOS ESTADISTAS.
    ¡ALERTA CHILENOS!… A no
    descuidar los movimientos de esa otra especie de “POLÍTICOS RATAS” que se
    pavonean, por los distintos canales de televisión, disfrazados de cuyes, cobayos
    o conejillos de indias, mientras se postulan como “futuros presidenciables” y
    afilan sus descomunales dientes para lograr la mascada que les cambiará su
    ratonil vida. Esos “POLÍTICOS RATAS” son más peligrosos, porque regresaron a
    Chile con un nivel de “estudios superiores en el extranjero”.
    “El que acostumbra a dormir con perros… despertará con
    pulgas”
    Chile no aguanta más, y los chilenos…tampoco.
    No necesitamos más personajes que amen la farándula, el
    poder y el dinero.
    Necesitamos personas que amen a Chile, que amen lo que
    hacen, que hagan que las cosas sucedan para el bien común de todos los
    chilenos, pero, en un marco de Honradez, Integridad y Decencia.
    Es hora de extender la temporada de caza… para continuar con
    la eliminación de “POLÍTICOS RATAS” en nuestro país.

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