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Las 28 páginas que cambiarán Oriente Medio

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En 2002, David Frum, el prosionista redactor de discursos del entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, inventó el término “eje del mal” para señalar a Irak, Irán y Corea del Norte.

Pero hoy, si tuviéramos que nombrar a dos países de Oriente Medio y otro fuera de esta región como el verdadero eje del mal, serían el régimen de Israel, Arabia Saudí y los EE.UU. ya que, esos tres países han propagado la violencia y la desestabilización en todo el Oriente Medio y más allá.

A diferencia del trío de Frum, el eje Sio-saudí-estadounidense realmente es un eje y realmente es malo.

El régimen de Israel, Arabia Saudí y los EE.UU. crearon el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe). El régimen israelí, con la ayuda de los estadounidenses y los saudíes, está cometiendo un genocidio en Palestina. El régimen israelí, Arabia Saudí y los EE.UU. están impulsando la divergencia sectaria y la violencia en todo el mundo musulmán. Y se están colaborando para saquear los recursos de la región.

¿Qué haría falta para detener este eje del mal?

Tal vez la revelación del informe de 28 páginas de investigación conjunta del Congreso estadounidense llevado a cabo en 2002 sobre el doble atentado de 11 de septiembre de 2001.

El presidente George W. Bush selló estas páginas como documento de “alto secreto”. Senadores y diputados que lo han visto, dicen que indica que varios gobiernos, estuvieron implicados en los mencionados ataques.

El diputado Steven Lynch, el representante del 8º distrito congresional de Massachusetts, dice que estas páginas muestran que el 11S fue perpetrado en colaboración con “otros gobiernos” y “agencias del gobierno”.

Otro diputado, el representante del 3º distrito congresional de Carolina del Norte, Walter Jones dice: “Si los terroristas que cometieron los atentados de 11S tenían ayuda externa – en particular de uno o más gobiernos extranjeros – la prensa y el público tienen derecho a saber lo que nuestro gobierno ha hecho o no ha hecho para llevar los responsables ante la justicia”.

El representante del 4º distrito congresional de Kentucky, Thomas Massie a su vez declara: “Fui a una sala secreta y a prueba de sonido en el Congreso y leí estas 28 páginas. Leerlas fue una experiencia muy inquietante para mí. Tuve que parar cada dos o tres páginas y reorganizar mi percepción de la historia. Estas 28 páginas…. sin duda, cambian su visión de Oriente Medio… Tenemos que desclasificar estas 28 páginas…El pueblo estadounidense merece saber lo que pasó y el camino que fue recorrido hasta el 11S para que podamos evitar que se repita.

¿Qué gobiernos extranjeros (y “agencias” estadounidenses) perpetraron los ataques de 11S?

No es ningún secreto que el régimen de Israel y la familia real de Arabia Saudí fueron los que salieron más beneficiados de 11S.

A finales de agosto de 2001, justo antes del ataque contra el World Trade Center y el Pentágono, el príncipe heredero saudí, Abdolá escribió al presidente Bush diciendo que “llega el momento en que los pueblos se separan y es hora de que Estados Unidos y Arabia Saudí miren los diferentes intereses que tienen. Aquellos gobiernos que no noten el pulso de su gente y no responden a ello, sufrirán el mismo destino que Shah de Irán”.

El príncipe heredero Abdolá sabía que “el pulso de la gente” en el Oriente Medio estaba ya harto del apoyo que brindaba el país norteamericano al genocidio de régimen de Israel y la alianza de Arabia Saudí con EE.UU. y régimen israelí. La familia Al Saud, sabía que estaba a punto de seguir el mismo camino que el Shah de Irán… a menos que ocurriera algo trascendental.

Y este acontecimiento trascendental fue el 11 S, que garantizó la situación de familia Al Saud y la permanencia de Arabia Saudí en la alianza estadounidense-sionista.

Inmediatamente después de 11 S, las fuerzas títeres de EE.UU. en Arabia Saudí, etiquetaron como terroristas a aquellos que estaban intentando cambiar la situación y aplastaron sus esfuerzos para liberar a Arabia Saudí de la dominación de Estados Unidos.

El entonces jefe de inteligencia saudí, Turki bin Faisal Al Saud (que había dimitido en 11S), el príncipe Fahd bin Turki bin Saud al-Kabir y el príncipe Sultan bin Faisal bin Turki al-Saud, murieron con pocos días de diferencia después de las declaraciones pronunciadas por el llamado “terrorista” capturado, una personas con fallos de memoria llamado Abu Zubaydah que los acusaba de la implicación en los atentados de 11S.

Después de este atentado, los EE.UU. chantajeaba la familia real saudí diciendo que debido a que 15 de los presuntos 19 secuestradores implicados en 11S eran saudíes, los estadounidenses podrían invadir al país árabe o bombardearlo a menos que accediera permanecer bajo la autoridad de Washington y seguir sus instrucciones.

De hecho, Bush probablemente emitió una amenaza de bombardear Arabia Saudí y retrotraerlo a “la edad de piedra”, tal como amenazó a Pakistán. De acuerdo con el diario The Guardian: “El Gobierno de Bush amenazó con bombardear implacablemente a Pakistán y retrotraerlo a la edad de piedra si no cooperaba con EE.UU. en la guerra de Afganistán después de los ataques del once de septiembre del 2001”.

Pero el 11S no salvó solo los elementos títeres de los EE.UU. en la familia real saudí, sino también al régimen de Israel. No es raro que Netanyahu calificara el 11 S de “muy bueno”, y Ariel Sharon se jactara de que “nosotros, los judíos, controlamos Estados Unidos”, ya que fue entonces cuando el régimen sionista, salido del partido Likud, aplastó la intifada palestina con una brutalidad improcedente.

El 11S, también salvó al régimen de Israel de la bancarrota. En el libro “La doctrina del shock”, Naomi Klein escribió que régimen israelí “se vio más afectado por crisis de la Burbuja.com que cualquier otro país. Inmediatamente después del suceso, el país entró en un rápido descenso económico, y para el junio de 2001, los analistas predecían que aproximadamente trescientas empresas israelíes de alta tecnología, estarían en la quiebra”.

Mostrando aparente conocimiento previo de lo que iba a ocurrir el 11S, el régimen israelí aumentó el mismo año un 10.7 por ciento su inversión en asuntos militares y (según Klein) “animó las empresas de tecnología alejarse de este campo para invertir en la seguridad y la vigilancia… Un montón de nuevas empresas en este terreno se lanzaron al mercado, especializadas en todo, desde “buscar y pillar”, “minería de datos” y “las cámaras de vigilancia”, hasta “hacer perfiles de terroristas”. Cuando el mercado de estos servicios y dispositivos explotó por el exceso de demanda en los años después del 11 de septiembre 2001, el régimen israelí dibujó para sí un nuevo panorama económico…”

Mientras el 11S salvaguarda los beneficios económicos del régimen de Israel y le permite aplastar a los palestinos y asesinar a Arafat, también contribuye al éxito del plan de Oded Yinon, una nueva versión del otro plan trazado por Netanyahu en 1996, llamado “Clean Break”, para que el Ejército de EE.UU. acabara con los enemigos de régimen de Tel Aviv.

Desde entonces, Irak, Libia, Siria, Sudán y Somalia han sido dañados o destruidos masivamente. El Líbano fue arrebatado a Siria y entregado al régimen de Israel (sólo recuperó su independencia gracias a Hezbolá). Sólo un país en la lista negra de “los siete países para destruir en cinco años” de los neoconservadores, ha sido demasiado fuerte para ser atacado; Irán.

Hoy, Irán y sus aliados regionales han puesto la mirada en un futuro Oriente Medio sin Estados Unidos y el régimen de Israel. Ellos saben que si los EE.UU. deja de sostener a los regímenes de Tel Aviv y Riad, estos dos regímenes neandertales se caerán por sí solos al basurero de la historia y el Oriente Medio, finalmente, recuperaría su independencia.

Si revelan estas 28 páginas del informe de la investigación conjunta del Congreso estadounidense en 2002 sobre el 11S, el pueblo estadounidense sabrá que los “aliados” de EE.UU. en Oriente Medio – en colaboración con los traidores estadounidenses – perpetraron el doble atentado de 11.09 que mató a casi 3.000 estadounidenses en una sola mañana.

Si esto sucede, el rápido deterioro de las relaciones de Estados Unidos con Arabia Saudí y régimen de Israel será inevitable.

Va a nacer un nuevo Oriente Medio, independiente, próspero y libre del genocidio israelí y la barbarie del régimen saudí.

* Dr. Kevin Barrett, un doctorado Arabista-islamólogo, es uno de los críticos más conocidos de Estados Unidos de la Guerra contra el Terror. Dr. Barrett ha aparecido muchas veces en Fox, CNN, PBS y otros medios de difusión, y ha inspirado reportajes y artículos de opinión en el New York Times, el Christian Science Monitor, el Chicago Tribune y otras publicaciones líderes. Dr. Barrett ha enseñado en los colegios y universidades en San Francisco, París y Wisconsin, donde se postuló para el Congreso en 2008. Él es el co-fundador de la Alianza entre musulmanes y cristianos y judíos , y autor de los libros La verdad Jihad: Mi lucha épica contra la Mentira 9/11 Grandes (2007) y El cuestionamiento de la Guerra contra el Terror: Una Guía para los votantes de Obama (2009). Su página web es www.truthjihad.com

*Fuente: Hispantv

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